En un retorno polémico e inesperado, Isaac David Sasso volvió el jueves a la presidencia del Herediano, seis meses después de que abandonó el cargo cuando adujo que debía dedicarle más tiempo a sus empresas.
Tres semanas antes de regresar a la directiva florense, Sasso encabezó un movimiento que salió a pedir dinero al parque de Heredia para pagarles el sueldo a los jugadores, quienes --cansados de estar con el bolsillo vacío-- amenazaban con una huelga por tiempo indefinido.
Aunque en la actualidad existe una división en el seno de la dirigencia rojiamarilla, Sasso pregonó que llega en busca de la paz perdida y dispuesto a sacar al Herediano del pantano económico en que se encuentra. La deuda oficial de la institución es de ¢75 millones.
En su vuelta al trono, que ocupó por 13 años, Sasso les prometió a los futbolistas que desterrará la miseria del club porque el ser "bien atendidos es la base del éxito en el futbol".
El dirigente es uno de los vicepresidentes de la Confederación Norte Centroamericana y del Caribe de Fútbol, y representante de dicho organismo ante la FIFA.
En Herediano, Sasso es dos veces jerarca, dado que también es presidente honorario, distinción con que los actuales directivos le agradecieron su aporte al cuadro por un lapso de 19 años.
Su paso por el balompié llevó al polémico dirigente a la Federación Costarricense de Fútbol en 1990, y, luego de tres años de gestión, salió dispuesto a levantar a la moribunda Fundación del Futbol, encargada de administrar $2 millones, producto de la participación de Costa Rica en Italia 90.
Meses después, la Fundación feneció.
Ahora, Sasso, de 70 años, promete reorganizar administrativamente al equipo, dirigido por el español Juan Luis Hernández Fuertes, con quien mantuvo fuertes diferencias en el pasado, pero al que recomendó para que sustituyera al peruano Gustavo Merino. El técnico, incluso, demandó en una oportunidad a los florenses por ¢30 millones, debido a rescisión de contrato.
Pero su presencia en la silla florense parece que desatará un duro enfrentamiento pues Eugenio Obaldía, el destronado, aseguró que no renunciará al cargo, por cuanto legalmente él es el presidente.