Fútbol Nacional

Opinión: ¿Qué les pasa a nuestros técnicos?

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Ya Carevic nos ha infligido esta patanería en las dos finales que ha perdido, pero lo mismo han hecho, de manera sistemática, todos los derrotados en décadas recientes. Me refiero a la práctica consistente en eclipsarse y salir huyendo de la conferencia de prensa tan pronto termina el partido. Esto puede parecer una mera formalidad, pero en realidad es mucho más que eso: es un problema de fondo. Resulta que al rival triunfador hay que felicitarlo: es una norma tácita de cualquier deporte en cualquier latitud del planeta, un acto de decencia, caballerosidad e hidalguía: lo menos que cabe esperar de los vencidos. Es parte del fair play, y va mucho más allá de él: es un gesto de decencia. No felicitar al rival victorioso es indecente, en el sentido más puro de la palabra: una falta de respeto con el equipo y la torcida rival, y en última instancia, una falta de respeto para consigo mismo.








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