Tenemos el fútbol que se merecen los dirigentes. Desvalorado, desacreditado y sin esperanza de mejorar. Desde la cúpula federativa hasta los equipos, lo dirige un grupo que podría hacerle el coro a Shakira en su Ciega, sordomuda.
Brutos no parecen, pero sí ciegos, sordos, mudos, torpes y testarudos. Por allí se me quedan un par de calificativos, pero como no están en la canción mejor me los guardo.
La evidencia es palpable. El último episodio: La decisión de los representantes en la Unafut de postular a Orlando Moreira al puesto que dejó Marjorie Sibaja en el Comité Director de la Fedefútbol. Ella se fue alegando falta de transparencia.
El acuerdo se tomó dos días antes de que La Nación publicara el fallo del Tribunal de Apelaciones de la Fedefútbol, confirmando actuaciones reñidas con el Código de Ética por parte de Moreira, Jafet Soto y Pablo Salazar.
Lo peor es que al momento del acuerdo de presidentes, nadie preguntó por la suspensión de un año que pesaba sobre el dirigente florense y de cuyo recurso, misteriosamente, no se sabía nada. Si bien con el nuevo fallo pasó a ser una multa de ₡1 millón, ese día ninguno lo sabía o se hicieron los mudos.
Supuestamente el cambio de sanción fue porque Moreira “solo descontó una letra” con la que Jafet garantizó el pago de las acciones de Fuerza Griega. O sea, a don Orlando no se le reprochó nada por hacerse de la vista gorda en un negocio donde participó Jafet, su socio, además gerente del club que él ayuda a administrar, y donde también fue nombrado Pablo Salazar como tesorero de Fuerza Griega, siendo asistente del Herediano.
Nadie recordó tampoco otras publicaciones de La Nación. El 2 de marzo del 2018 Robert Garbanzo, a nombre del Club Deportivo Belén Siglo XXI FC SAD ( franquicia con la que juega Guadalupe) cedió $60.000 de su premio por el Mundial de Rusia a Moreira. También ₡7.532.210 de una letra de cambio televisiva de Repretel.
Garbanzo, el 6 de diciembre del 2016, creó una sociedad con Jafet Soto y Alejandro Abasolo, hijo de quien dicen es uno de los dueños de Guadalupe. Grama Deportiva se llama.
En noviembre del 2017 Jafet, como apoderado de Fuerza Herediana, cedió a Orlando Moreira $200.000, del premio del Mundial. Sin que el Comité de Licencias fuera informado, debiendo serlo, en setiembre del 2019 tanto la Asociación Club Sport Herediano como Fuerza Herediana cedieron todos los derechos patrimoniales derivados de la participación del equipo a Lajaf, empresa familiar de Jafet.
Otros episodios “menores”: Cuando Grecia fue suspendido por no haber informado que era administrado por una sociedad anónima (Fuerza Griega), le pidieron estados financieros y aportó los de Fuerza Herediana. Y una certificación que decía haber sido expedida a solicitud de Jafet Soto.
Al final Grecia recuperó la licencia con una declaración jurada del presidente de la Asociación de que habían roto con Fuerza Griega. Lo mismo hicieron en el Herediano con Lajaf, justo antes de que Licencias y Ética emitieran sus castigos.