"¿Dónde están los padres y madres de ese grupo de vándalos, casi todos ellos jóvenes o menores de edad?, ¿Donde está la voluntad de los clubes de aplicar la ley con drasticidad, impidiéndoles el ingreso a los partidos?". Esas preguntas se hizo la presidenta, Laura Chinchilla, luego de los actos de violencia que se dieron durante el primer tiempo del partido entre Cartaginés-Alajuelense que se disputó este domingo en el Estadio Nacional.
Un grupo de aficionados de la barra organizada "La 12", aficionada a Alajuelense, irrumpió en el sector establecido para los brumosos y los atacó. El Cartaginés dispuso de seguridad privada la cual fue insuficiente para contener a los antisociales, lo cual se sumó a la escasa presencia de la Fuerza Pública.
La mandataria dijo que no estaba dispuesta a sacar la policía de las calles y barrios del país "para privatizar el servicio de policía en beneficio de los clubes de fútbol".
"Por supuesto que la policía debe prestar asistencia y complementar a los servicios de seguridad privada, pero también es hora de que cada quién asuma su responsabilidad", expresó Chinchilla en un comentario en su cuenta de Facebook.
La presidenta solicitó a la policía que procure que los videos que la prensa grabó durante los incidentes los coloquen en Internet para identificar a los responsables.
La solicitud, según Chinchilla, es "para que sus padres, parientes o tutores ejerzan su autoridad y para que los patrocinadores soliciten respeto a su marca, para que los Clubes de Fútbol giren muy claras instrucciones a sus boleterías de que les impidan ingresar a los próximos partidos tal y como establece la ley que se impulsó con el apoyo de este Gobierno".
Tras los disturbios, el encuentro se suspendió y se repondrá este lunes a las 3 p. m. a puerta cerrada en el Estadio Nacional.