7/9/12. Estadio Nacional. Costa Rica Mexico. Primer Tiempo: pierde Costa Rica 1 - 0. foto" Carlos Gonzalez (Carlos Gonzalez)
A México se le hizo rutina ganar en Costa Rica: anoche escribió una capítulo más de su hegemonía y dejó a la Selección Nacional rodilla en tierra y en un precario estado en la eliminatoria hacia el Mundial Brasil 2014.
La situación no es más acongojante porque El Salvador tuvo su propio papelón al empatar en casa, 2-2, con la modesta Guyana. Nadie sabe para quién trabaja...
México le pegó dos veces en mala parte a la Sele, que se vio diluida y rala, ralita, conforme el reloj marcaba y marcaba minutos.
Por su parte, los aztecas demostraron oficio y sapiencia.
Le alcanzó tener la pelota para imponer su ley ante su rival, porque el partido de anoche se entiende y explica por lo más elemental: un balón.
Sin bola no se puede jugar al futbol. Así de sencillo...
Dominio. Cuando iban 20 minutos de juego, se hizo evidente que la propiedad del balón era azteca.
El Tri la recuperaba con rapidez y luego la paseaba en el mediocampo tricolor, a la espera de un resquicio para dar un zarpazo y ese llegó al minuto 43.
Carlos Salcido tomó un pésimo rebote de la defensa y lo devolvió a la red para dibujarle una mueca al país futbolero.
Solo con la pelota se puede jugar..., y mandar en un juego, pues entonces el equipo que tiene el balón decide el cómo, cuándo y dónde de un juego.
Los mexicanos decidieron que se iba a jugar en el mediocampo tricolor, lo que garantizó tener eventuales peligros lejos de la puerta de José Corona y se aseguró recorridos más cortos hacia el marco de Keilor Navas.
Cuando no se tiene la pelota se pierde la confianza. Elemental...
Una Tricolor que empezó “foforona”, impetuosa y revolucionada, terminó con un gol en contra, sin haber ofrecido mayor peligro más allá de las sensaciones de los albores del encuentro.
El equipo que quiso tratar de “tú” a los mexicanos se quedó en nada en ese primer tiempo y en el inicio de la complementaria se quedó pasmado cuando recibió el segundo gol, de Jesús Zavala (60’)..., en otro saque de esquina.
Cuando se tiene la pelota hay que saber qué hacer con ella, porque de lo contrario se “guerrea” y se le hace la vida más feliz a los contrarios.
Salvo un tiro de Cristian Bolaños (10’), la Sele estuvo ausente de los predios aztecas y se perdió en centros intrascendentes y en balones divididos.
El equipo tico de anoche fue uno insípido, ralo y con la chispa de un esmeril de hule.
Fue un mal momento para sacar carencias ante un rival con oficio y que ni siquiera tuvo que echar mano de su artillería pesada para sentar sus reales en La Sabana.
El martes que viene se verán las caras ticos y mexicanos en el Azteca: no hay chances para lamentos y poco el margen para enderezar una eliminatoria que tiene a la Selección con una rodilla en tierra.