Corrían los últimos minutos del clásico 322 en la historia del fútbol nacional y Alajuelense estaba a punto de sellar una victoria por un marcador de 2-5 en el Estadio Ricardo Saprissa.
En el momento en el que ocurrieron las expulsiones de David Ramírez y Mariano Torres, prácticamente toda la dirigencia eriza ya había bajado del palco, al igual que los jugadores que no vieron acción, como el arquero Johnny Álvarez y el atacante Jonathan McDonald.
Aunque Juan Gabriel Calderón ni pitaba, a falta de la reposición, la victoria prácticamente estaba consumada, pero los manudos no quitaban la mirada de una pantalla pequeña que está en las afueras del camerino visitante.
Cuando acabó el partido hubo gritos de euforia y de júbilo, porque a pesar de que en el discurso de todos los integrantes de Liga Deportiva Alajuelense se pronuncia que el partido en sí significaba tres puntos más, para los rojinegros había más cosas en juego.
Alajuelense dio un golpe directo en su afán de cerrar la fase regular como líder general y en este momento se encuentra con una ventaja de doce puntos sobre los morados.
También la Liga se quitó una racha de siete juegos sin ganar en el reducto tibaseño y salió más fortalecida de Tibás, porque con esa goleada, sin duda ahora sí es vista como el equipo más temido.
Con ese cúmulo de cosas, Fernando Ocampo tomó la decisión de esperar a cada uno de los jugadores e integrantes del cuerpo técnico en las afueras del vestuario para felicitarlos, mientras que Agustín Lleida hacía lo propio cuando cruzaban la puerta del camerino.
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Pero la ecuanimidad y la mesura se rompió cuando el presidente liguista vio al técnico Andrés Carevic. A él no le dio la mano, prácticamente se le abalanzó para protagonizar un festejo muy emotivo, cargado de euforia, gritándole ‘¡biiiiieeeeeeeeeeen!’.
Al consultársele al jerarca erizo sobre esa reacción, respondió: “Es algo de felicitarlo, me parece que hizo un gran trabajo y se mereció una felicitación especial”.
Muchas palabras no hubo. Quizás, ese abrazo tan expresivo con el argentino decía más que cualquier frase. Lo que Ocampo sí admitió es que la percepción inicial que de la gente sobre Carevic cambió sobre la marcha y que ya nadie critica a la Liga por haber contratado a un hombre señalado por ser un desconocido y un inexperto.
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“La duda venía de alguna gente que aún no lo conocía, cuando Agustín presentó el nombre dio los atestados, tuvo el respaldo total de la Junta Directiva y la verdad es que contentos; el trabajo habla y el equipo habló en la cancha, que es lo más importante”, apuntó el presidente liguista.
Y agregó: “A veces no hay que decir mucho, hay que demostrar y el equipo hace un trabajo muy importante, son tres puntos que ayudan en el objetivo, pero que todavía falta y ese es el elemento en el que tenemos que estar todos claros. Falta trabajo, el partido de Grecia es muy importante y hay que ir a buscar tres puntos a nuestra cancha, que ahí nos ha costado un poquito más, en el Morera, pero que con el apoyo de la afición puede salir bien”.
Al dar declaraciones y tras botar la adrenalina con Carevic, el jerarca retomó sus palabras de mesura, que quizás, también sean producto de la experiencia que ha adquirido en estos años.
“Aquí en el fútbol hoy es blanco, mañana es negro, así que uno tiene que tener los pies en la tierra, es un día para que la afición celebre, disfrute, pero que a nivel de equipo hay que tener los pies sobre la tierra, desde ya pensando en el partido contra Grecia”, citó.
Carevic se está cotizando en la Liga y en México le siguen la pista.
“Me alegra por él, pero déjeme celebrar, no quiero preocuparme de más. La verdad es que estamos contentos y me parece que a las personas que se ganan el reconocimiento con trabajo no queda más que felicitarlas y apoyarlas, pero estamos tranquilos”, reseñó Ocampo.
Lo que el presidente de la Liga sí quiso dejar claro es que esta victoria de la Liga en la casa de Saprissa no fue casualidad.
“Fue un partido creo que bien planteado por el técnico, hay que darle el reconocimiento a él. Yo no pude estar en el entrenamiento del sábado, pero los que estuvieron ahí, lo que comentan es que se vio mucho de lo que se trabajó; así es que gracias a Dios contento por el resultado y me parece que esto es dedicado a toda esa afición liguista que nos ha acompañado en las buenas y en las malas y a seguir para adelante, pero los pies en la tierra”, finalizó.
Alajuelense llegó a 39 puntos en 16 fechas y Saprissa se quedó en 27, con un partido menos.
El jueves, los morados visitarán a Jicaral, a las 3 p. m.; mientras que el viernes, la Liga recibirá a Grecia, a las 7:30 p. m., en el Morera Soto.