Erick Lonis tiene la autoridad para hablar sobre Selección Nacional, porque fue capitán de la Tricolor por varios años, incluyendo el proceso a Corea y Japón 2002 y la propia Copa del Mundo, pero también puede opinar como empresario y administrador exitoso sobre la gestión del fútbol tico.
Lonis es claro en afirmar que Costa Rica vive la peor crisis de liderazgo que él recuerde en el fútbol y pide que se enciendan las alarmas, porque el balompié está en cuidados intensivos.
-¿Cómo analiza lo que vive el fútbol costarricense desde las personas que lo dirigen?
-Siento y tengo la percepción de que estamos en la peor crisis de liderazgo y credibilidad de nuestro fútbol en la parte dirigencial. En la cancha, los jugadores y entrenadores hacen buen trabajo, hay equipos que juegan bien, siempre salen nuevos talentos. Pero en la parte dirigencial, en la parte de credibilidad, en la parte de estrategia y la percepción que tiene el aficionado de transparencia, siento que estamos en una crisis profunda. Este es el resultado de la inacción con temas neurálgicos, pero que han pasado desapercibidos para los dirigentes.
-¿Si pudiera ponerle un color a la situación, cuál sería?
-Rojo. Rojo porque lo estamos perdiendo. Estamos dudando de las decisiones arbitrales, estamos dudando de la honradez, del compromiso, estamos dudando de las convocatorias, estamos dudando de comportamientos morales básicos. Me parece que esa combinación de cosas nunca las había visto.
-¿Qué situación sencilla se puede aplicar para cambiar el rumbo?
-Muy sencillo, es separar la parte política de la parte deportiva. Estamos en crisis porque los políticos han tomado decisiones deportivas y no tenemos, a nivel dirigencial, una estructura deportiva en toma de decisiones que esté independizada de la parte política.
-¿Por qué considera que la opinión pública percibe que no hay dirección en el fútbol?
-Es por los resultados deportivos. Siempre que hay un resultado desfavorable se pone en entredicho la capacidad de la Federación, pero en este caso la percepción está respaldada en diferentes factores donde se demuestra que no hay capacidad.
“Uno: el manejo de la parte deportiva previo a un mundial, porque no teníamos gerente ni cuerpo deportivo. Al final, las decisiones deportivas las tomaron personas sin la capacidad.
“Luego, me parece que hay una ausencia total de estrategia en promoción del fútbol y desarrollo de ligas menores. Las pruebas están en la ausencia de mundiales y la competencia baja que tenemos a nivel de clubes en Concacaf. Ahora nosotros competimos con equipos centroamericanos, pero antes Saprissa, Cartago, la Liga y Herediano estaban por encima de ellos.
-¿Qué tan estancado está el fútbol tico?
-No solo lo siento estancado, sino que lo siento retrocediendo. Lo siento dando pasos hacia atrás y con la velocidad que progresan los demás hace que ese proceso sea más complejo.
“Estamos retrocediendo por los resultados a nivel competitivo en todas las áreas. A nivel menor no vamos a un mundial; a nivel mayor nos cuesta muchísimo ir porque venimos de una eliminatoria casi que milagrosa. No hay evolución futbolística.
“A nivel menor está claro que no estamos obteniendo los resultados de hace 10, 15 años...
“A todo esto hay que sumarle un campeonato que no nos ayuda a competir. Una de las razones por las que creo esto es porque no hay tolerancia para mantener técnicos. Nos hemos acostumbrado que un técnico dura cuatro meses en un equipo, pero eso es muy malo en la parte deportiva porque si un entrenador quiere consolidar cuatro jugadores debe trabajar por lo menos uno o dos años. Entonces él los empieza a poner, pero se va, t el entrenador que llega seguramente no los pondrá porque buscará primero los resultados”.
-¿Hay un culpable de la crisis?
-Claro que sí. Antes quiero decir que a veces la gente le echa la culpa a Rodolfo Villalobos; para mí él es una víctima del sistema o la estructura, porque si usted lo quita la estructura pondrá otra persona pero con el mismo perfil.
“La estructura está diseñada para que personas profesionales de alto rendimiento como Rodrigo Kenton, Rónald González, Alexandre Guimares, Erick Lonis, que tienen reconocimiento, autoridad, no puedan entrar a esos puestos”.
-Usted tiene una formación profesional de primer mundo y además mucho conocimiento deportivo. Hay otros casos similares como Paulo Wanchope, Álvaro Mesén... Pero estas personas están lejos del fútbol...
-En mi caso, yo no tengo algo que es necesario para estar ahí que es ‘acomodarme’. Eso no lo tienen muchos, y aunque no lo digan no se van a acomodar. La dirigencia ha cambiado mucho, porque para el 2006 a mí me tocó estar en el equipo deportivo que armó todo el campamento y demás. En esa planeación yo no recuerdo ningún inconveniente, pero teníamos dirigentes que decían: ‘la parte deportiva es con Erick’.
“Al final eso es lo correcto, pero eso hoy parece que no pasa probablemente porque hay plata de por medio y hasta por tema de vanidad. Hay dirigentes a los que no les gusta tener esas figuras de peso. Si usted lleva a Celso Borges a esos puestos tiene un peso, igual Mauricio Montero, Hernán Medford”.
-¿Cuál es el yerro más grande de nuestra dirigencia?
-La gente hoy habla de crisis en selección menor, pero entrenadores que fueron muy exitosos a ese nivel como Rónald González, Carlos Watson, Manuel Ureña, Juan Diego Quesada, Rodrigo Kenton... todos ellos tuvieron problemas con un dirigente y se tuvieron que ir. En cambio, el dirigente continúa ahí y esos entrenadores no están. La gente viene y le echa la culpa al presidente de turno, pero la culpa es de los que no notaron un problema tan serio y no le dieron el lugar.
“Otro tema importante es la competitividad, hablar sobre si este torneo sirve o no. También hay que analizar la regla Sub-21 porque no promueve la competitividad y nunca ha funcionado. Es una regla que a mi gusto no tiene impacto y solo complica las cosas.
“Pero lo más importante es que no tenemos una estrategia deportiva de desarrollo del fútbol. La Selección pasó cerca de dos años sin un gerente deportivo. La Federación tiene gerente de mercadeo, administrativo, pero no tenía gerente en el deporte que le permite existir.
“Yo, por ejemplo, no entendí cómo por nuestro fútbol pasó Carlos Restrepo, que fue director de selecciones de Colombia, y nosotros no lo aprovechamos.
“Es más, yo siempre he pensado que la Federación debería hacer conversatorios con los DT’s que han ido a mundiales en Costa Rica (Pinto, Guimaraes, Óscar Ramírez) para ir marcando el cambio. Pero no, acá las decisiones las toman los dirigentes motivados por la parte política; y la parte política y el alto rendimiento son incompatibles.
“Uno no puede competir tomando decisiones políticas (...). Uno no puede ir tomando decisiones pensando en un voto en la asamblea”.
-¿Cómo hacer para que el fútbol no se vea como un mal negocio’?
-Es un tema jodido, porque cuando la gente ‘dice necesitamos un inversionista’, yo siempre he dicho: ‘¿Cuál inversionista que ve las situaciones financieras de nuestro fútbol se va a meter?’
“Ahora hay otra situación que es un líder unipersonal por un sueño o pasión que siente por un equipo. Pero eso a través de la historia, ha salido mal porque la persona se cansa de meter dinero, se cansa de las críticas cuando no gana y cuando se va pues el club se cae.
“Veamos casos: Liberia Mía, la época final de Jorge Vergara, lo que sucedió con Minor Vargas, lo de Limón F.C. con Carlos Pascal... Todas esas figuras unipersonales son pasajeras”.
-¿Usted invertiría en fútbol?
-No, a no ser que la plata me sobre y que quiera hacer algo con responsabilidad social como lo ha hecho Sporting. Ellos están impactando fuerte la zona de Pavas. También lo podría valorar en una oportunidad de complementar mi negocio principal como hace Canal 7 con Saprissa, por ejemplo.
“A mí me dicen que agarremos el dinero y lo metamos al fútbol porque la tasa de retorno es buena, pero uno analiza los estados financieros y sabe que no es así. Yo no lo haría, porque está claro que sin la clasificación a la Copa del Mundo y FUTV los equipos estarían quebrados”.
-¿Le genera duda que no se sabe quién está detrás de diferentes equipos de Primera División y la Liga de Ascenso?
-La Federación no ha controlado nada, pero eso no significa que no haya gente honrada. Pero en algún momento que comenzamos en esto yo me dediqué a estudiar cómo invertir en la Liga Premier y los controles son muy rigurosos. En cambio, acá uno de los errores serios de esta dirigencia ha sido poner en función de la política las decisiones deportivas.
“Ser permisivos en temas como no saber quiénes son los dueños de los equipos, acá que no hay control de multipropiedad. Acá hay dirigentes que aceptaron su vínculo con otros equipos y lo que se hizo fue poner una sanción ética o algo así (...). Eso es una omisión gravísima porque luego vienen temas como lo que está pasando con el arbitraje y uno comienza a pensar... Hay menos transparencia.
LEA MÁS: Luis Fernando Suárez tiene nuevo asistente en la Selección Nacional
“Otro tema: yo nunca había visto que se cuestionara tanto el llamado a un mundial... En este caso, hay circunstancias que a uno lo ponen a pensar... Si usted suma la nebulosa de quienes están detrás de los equipos, las convocatorias de la Selección, temas de acoso en el fútbol femenino, temas de dirigentes que quitan entrenadores exitosos y se quedan ahí 20 años... Pues la credibilidad se va al suelo”.
-¿Hay un interés personal sobre el interés grupal en la dirigencia?
-Totalmente. Yo no escucho a un dirigente que no sea de plata o arbitraje. Cuesta mucho escuchar a un dirigente que hable de futbolistas jóvenes. Hace poco escuché la última entrevista de Rodolfo Villalobos en La Teja y fue el mismo discurso de siempre. Nunca habló de perfiles de jugadores a desarrollar, nunca habló de nada deportivo, nunca habló si en la Copa del Mundo firmó algún convenio deportivo... De eso no se habla.
-¿Le gustaría asumir el reto de ser presidente de la Federación?
-No, primero yo no creo que eso sea cuestión de una persona; es de un equipo de trabajo. Yo soy bueno formando equipos de trabajo, la experiencia me ha dicho que los equipos que he formado han sido exitosos. Yo lo que no tengo para ese puesto es que no soy muy tolerante, soy muy exigente con el trabajo de los demás.
“Tengo la pasión, pero hay algo importante que yo hablo porque me gusta el fútbol y lo defiendo, pero tengo proyectos por los próximos tres años que me lo impiden. Además, yo sigo siendo deportista, quiero ir a un Mundial de Triatlón y correr una maratón en menos de 3:30, por lo que tengo otras prioridades”.
-¿Cuáles son los valores no negociables para un dirigente desde su perspectiva?
-Para mí el fútbol nació para dar alegría e identidad a los pueblos y así se hizo popular porque la gente se sentía representada. Entonces, el valor de la identificación es el más importante, pero el problema es que ese valor es antagónico con la codicia que es el valor de los dirigentes, porque ellos buscan la plata a como dé lugar.
" Vea esto: la FIFA da $1 millón para preparar a la Selección, pero acá eso no pasa, sino que ese dinero va a una olla y cuando pasa el mundial se reparte. El dinero cae a una olla y todo el mundo pone la mano a ver cómo gana; esa es la codicia en su máxima expresión.
“Nosotros no tenemos una estructura que divida ese dinero: vamos a invertir esto, vamos a un fondo de inversión con esto otro y demás... Pero si no tenemos eso y mandamos todo a una olla y todos agarran, pues así no se puede.
“El dirigente no permite que otros tomen decisiones por él, por un tema de vanidad, porque les quita la entrevista”.