Desde que se consagró campeón con Saprissa en la temporada 1998-1999, Alexandre Guimaraes solo ganó un título como técnico en los 13 años siguientes.
La Copa de Clubes Campeones del Golfo fue el único torneo que logró celebrar el estratega, luego de aquella corona con los morados. Lo hizo en el 2009, cuando dirigía al Al Wasl FC de los Emiratos Árabes Unidos.
Luego de dejar las tiendas tibaseñas, Guimaraes tuvo un paso fugaz por el Comunicaciones de Guatemala, donde dirigió solo cuatro meses antes de dejar el puesto.
De ahí regresó a Costa Rica para llevar a la Selección Nacional a su mejor eliminatoria mundialista de la historia. Clasificó a Corea y Japón 2002 como líder de la hexagonal, con un récord de puntos en el área (23 de 30), producto de siete victorias, dos empates y una sola derrota (Estados Unidos).
Ya en la cita asiática, regresó al país con la posición 19 en su palmarés. Ese empujón lo volvió a poner en la palestra internacional.
Contra todo pronóstico, dejó el combinado patrio para asumir la dirección técnica del Cartaginés. Ahí sumó siete derrotas, tres empates y tres victorias, dejando a los brumosos al borde del descenso.
En el 2004 recorrió los pasillos del Irapuato y los Dorados de Culiacán en México. Al primero lo salvó del descenso; con el segundo no tuvo mayor incidencia.
Regresó en el 2005 para el que sería su segundo episodio al frente de la Selección Nacional. Ahí nuevamente cumplió con el objetivo de llevar a Costa Rica al Mundial.
Eso sí, Alemania 2006 lo despediría con una dolorosa penúltima posición, luego de tres derrotas.
En 2007 decidió probar suerte con la selección de Panamá. Con los canaleros logró un segundo lugar en la Uncaf, pero quedó fuera al fallar en la ruta hacia Sudáfrica 2010.
Finalmente, vino su paso por los Emiratos Árabes y luego el conocido regreso a Saprissa, donde el sábado consumó su segundo fracaso consecutivo en la ruta al título.
Ayer se intentó conversar con el estratega, pero dijo que será hoy cuando atienda a los medios.