:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/FJIMTR2XJVCOXPV5LOYX6XOL2U.jpg)
Elking Scoby (centro) junto a otras figuras emblemáticas de Limón como Alexander Espinoza y Marvin Esquivel, quienes forman parte del proyecto de Marineros. Fotografía: Cortesía
Elking Scoby, una de las promesas del fútbol costarricense de principios de la década anterior está de regreso.
Luego de prácticamente un año de inactividad por pertenecer a Limón F.C. y no contar para el entrenador Luis Fallas, Elking Scoby buscará resurgir con el proyecto de Marineros, el cual lidera Celso Gamboa.
“Estuvimos con Limón F.C. alrededor de año y medio, Luis Fallas no contó conmigo, y ahora que el equipo iba a estar en Segunda yo les iba a ayudar, pero como no hubo forma de ni siquiera jugar, pues yo estuve de agosto a diciembre esperando qué pasaba... Hasta que me contacta don Celso y me dice que le gustaría contar conmigo y con otros jugadores de Limón para el proyecto de Marineros”, mencionó.
LEA MÁS: Christian Bolaños arrancó elogios a Jorge Luis Pinto y lágrimas a Álvaro Saborío
Scoby ahora vive en Puntarenas, pero es enfático en que urge un cuadro que aporte en la provincia del Caribe lo que hacía Limón F. C.
·”Como se lo dije en el principio, si supiera que no son gente seria, no acepto el reto, pero ahora estoy muy ilusionado no solo por Elking Scoby, sino por la provincia. Es importante que Limón siga viviendo el fútbol por el talento. Para nadie es un secreto que somos un semillero y le dimos alegrías al país por medio del deporte”, evaluó.
Anécdota que lo marcó.
El 18 de diciembre del 2016, Jicaral y Uruguay de Coronado se toparon para definir el ascendido a la Primera División. Scoby integraba el cuadro uruguayo y uno de los duelos de la final se calentó más de lo previsto. En aquella ocasión, en medio de un conato de bronca, diversos medios y personas aseguraron que Elking portaba una tijera en medio de las discusiones y enfrentamientos.
LEA MÁS: Futbolista sacó una tijera en el altercado del juego Jicaral-Uruguay en final de Segunda División
Seis años después, La Nación habló con el jugador, quien da su versión de lo sucedido y recalca que nunca le pasó por la mente hacerle daño a alguien con la tijera. Scoby explica que en aquella ocasión él se estaba cortando los esparadrapos que usó en sus muñecas; no obstante, cuando ocurrió el desorden lo que hizo fue ir a auxiliar a un compañero rápidamente y no notó que llevaba las tijeras en sus manos.
“Yo tengo un lema y es que si vestimos el mismo uniforme usted será mi hermano, si está con los colores míos vamos a muerte juntos. Recuerdo que en ese partido a mí me sacan (de cambio), pero cuando voy saliendo se hace un desorden en el campo y hasta aficionados de Jicaral se metieron y estaban pegándole a Froylán Alfaro (compañero mío); entonces yo lo que hago es correr hacia donde él para ayudarlo y cuando me doy cuenta me había venido con las tijeras”, recuerda.
“Pero jamás yo iba a hacer algo con las tijeras, cómo se le ocurre, eso no”, agrega.
Después de ese episodio y por su forma de juego, la gente empezó a tildar al volante contención de agresivo, un criterio que él considera lejano de la realidad.
“A veces la gente juzga por lo que ve en la cancha, y no por lo humano, pero además si usted se mete a estudiar los registros míos de amarillas y expulsiones son pocas; me han expulsado dos o tres veces si acaso. Soy un jugador de camerino, quien ayuda a los jóvenes”.
A los 28 años, Elking Scoby explicó aquel momento que lo marcó como agresivo, pero también presenta al futbolista comprometido con la ilusión de volver al fútbol después de quedar en el limbo deportivo. Con Marineros y su posible traslado al Caribe, Elkin encontró nuevamente la motivación.