Cuando Saprissa quedó campeón los reflectores se fueron encima de Wálter Centeno, Michael Barrantes, Juan Carlos Rojas y toda la planilla deportiva, no obstante detrás de ese cetro está una mente pensante que se aseguró de brindar las mejores condiciones a la escuadra: Víctor Cordero.
Como jugador y capitán a finales de la última década de los 90's y principio de los 2000, Cordero fue un líder reservado en el camerino. Frente a la prensa hablaba poco, normalmente cuando llegaban los problemas él aparecía pero en las glorias no le gustaba ser el foco de atención.
Así es ahora, también. En el juego final, en el que Saprissa consiguió su título 35, “don Vic”, como le dicen los pasillos de la Cueva, caminó con sonrisa en su rostro, pero pasó de lejos de las cámaras y micrófonos de los pocos medios que tienen acceso a los juegos.
Bajo la gestión del exzaguero, Saprissa recobró fuerza en el mercado de piernas, pero lo hace en sigilo como si nadie lo notara hasta que se ven sus jugadores en el campo. Así llegó Ariel Rodríguez a la institución, también se dio la renovación de Johan Venegas y ahora se sumaron Daniel Colindres y Jimmy Marín.
Sin aspavientos, el ícono morado disfruta de una faceta en la que denota liderazgo.
"Muy afortunado, me considero muy afortunado. Desde que ingresé a escuela de fútbol estaré contabilizando unos 36 años en la institución. Soy un tipo agradecido con la institución y con la gente que está en la institución. Estoy muy contento con que me hayan permitido desarrollarme en el ámbito deportivo, personal y profesional acá. Ahora lo que me toca es entregar el máximo donde me toque hacerlo", definió sobre su aporte en el programa Camerino Morado.
Víctor ha estado en la mayoría de facetas de la institución, además de jugador, también fue asistente técnico, imagen de la Fundación Saprissa y ahora director deportivo.
“Le agradezco mucho la formación que me dieron mis padres, por todo lo que ellos me enseñaron, pero sin lugar a dudas mi segundo hogar es Saprissa. Mucho de lo que soy es por Saprissa”, confesó.
La fórmula del exnúmero ‘3′ es sencilla. Él solamente hace lo que está en sus manos y entiende, como bien se lo enseñó el fútbol en su amplia carrera de 20 años, que lo importante es el equipo
“La mejor manera de trabajar es en equipo, yo me siento orgulloso de tener apoyo de un sinnúmero de personas. Yo lo que he venido haciendo es mantener lo que Saprissa ha hecho durante muchos años, lo que Saprissa preparó por medio de Evaristo, Centeno, don Alberto (Blanco), anterior gerente general, del presidente y demás. Al darle seguimiento a esa proyección se recogen frutos”, pronuncia con modestia.
El que fuera defensor férreo y ordenado es el mismo en la parte administrativa.
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El gerente es consciente de que si consiguieron el campeonato fue por el aporte de todos: del que jugó todos los cotejos hasta el que fue a la grada siempre.
"Ahora hay que continuar con la planeación, como los movimientos de la planilla, todos fueron pensados y no antojadizos. En el Saprissa estamos muy agradecidos con las personas que por razones de planificación han tenido que dejar la institución, son jugadores muy valiosos", expresó.
"La planificación continúa y esperamos la temporada que se avecina con el máximo de confianza y trabajo posible. Hay que visualizar para llegar a la 36, hay que ser obstinados con esa meta", concluyó.
Víctor Cordero fue el peón silencioso de la ’35′, sin gritos ni conferencias de prensa escandalosas dejó que su trabajo se notara con resultados; no con palabras,