Al tener que escoger una de sus mejores anécdotas en el fútbol, la mente de Christian Bolaños se transportó al 2 de octubre del 2013.
Ese día se encontraba en el Estadio Santiago Bernabéu. Él militaba en el Copenhague de Dinamarca y su equipo visitaba al Real Madrid, en una jornada del grupo B de la Liga de Campeones.
Bolaños ingresó de cambio en el minuto 63; Iker Casillas le tapó dos remates y los merengues se dejaron el triunfo por 4-0, con dos cabezazos de Cristiano Ronaldo y dos disparos de zurda de Ángel Di María.
“Cuando estaba en el Copenhague, el equipo prácticamente entraba a jugar la Champions todos los años y tengo una anécdota muy vacilona. Cuando jugamos contra el Real Madrid, mi esposa y mis hijos fueron a verme, era de esas oportunidades únicas que uno de pequeño quería alcanzar”, recordó Bolaños en un Instagram Live de kölbi.
Entre risas, mencionó que obviamente perdieron y que allá, normalmente cuando se termina el partido, los equipos salen a la cancha a trotar y a hacer estiramiento.
“Ahí hay como una salita antes de salir a la cancha. Yo venía bajando e iba a esperar a un compañero para ir a hacer los ejercicios, pero en lo que estuve ahí veo que me agarran la mano y alguien me dice: ‘¿qué queréis, tío?’, yo vuelvo a ver y era Florentino Pérez”.
Bolaños cuenta que se quedó viéndolo y el presidente del Real Madrid creía que él estaba buscando a alguien.
“Normalmente uno intenta cambiar la camisa o ese tipo de cosas, yo no soy muy dado a eso y pensaba aquí voy a aprovechar, ¿qué le tiro, que me contrate?, pero qué va, mejor no. Lo que se me ocurrió responderle fue: ‘Ya que me preguntó, don Florentino, me gustaría tener de recuerdo la camisa de Cristiano’, pero no imaginé lo que haría”.
Pérez lo tomó del brazo y se lo llevó al camerino del Real Madrid.
“Donde yo entré con él todos se me quedaban viendo y se levantaban a saludarme, seguro ellos creían que yo iba a ser la nueva contratación, porque es que fue el presidente el que me metió ahí”, citó.
Y agregó: “Me dieron la camisa que quería, Cristiano se comportó muy buena nota. Normalmente en el fútbol siempre hay como buena química entre todos, salvo alguno que otro que mira para arriba o por encima de los hombros, pero todo fue increíble”.
Cuando iba de regreso, guardó la camisa y en eso lo buscó un utilero.
“Me dijo que me dieron la camisa de La Liga, no la de la Champions y me dio la otra. Por eso es que tengo las dos camisas de Cristiano. Esa es una muy buena anécdota que me pasó ese día”.
Una pregunta dura
En la amena conversación, Yiyo puso en aprietos a Bolaños al ponerlo a elegir entre dos nombres en su época de futbolistas: ¿Wálter Centeno o Wílmer López?
Lo piensa unos segundos y contesta: “Tengo que decir que Paté, obviamente, porque fue un excelente jugador y fue referente; pero tampoco puedo llegar y decir que Wílmer no lo fuera. Eran dos cosas diferentes, pero los dos con mucha calidad. El Pato tenía mucha calidad”.
Sello personal
Como curiosidad, el actual goleador del Saprissa también contó la historia del porqué usa vincha.
Mencionó que cuando empecé a jugar, pasó por el derecho de piso que todos tienen que pagar. Estaba muy jovencito y pasaba acomodándose el cabello.
“En ese tiempo andaba una colochera y había un entrenador uruguayo que llegó y me dijo: ‘Vea, o te cortás ese pelo, o no me jugás más’. Diay… Me lo tuve que cortar y yo pensaba que qué tirada, porque me escribían diciéndome que por qué y yo jugaba de Ricky Martin, según yo. Pero estaba muy joven y entonces lo que toca es escuchar, cállese y haga lo que tenga que hacer”.
Bolaños añadió: “Me empezó a crecer y comencé a utilizar la vincha y hasta la fecha. Me dijeron que ya yo tenía que morir con eso, que no podía quitármelo porque así me reconocían, como el ‘mae’ de la vincha y la tengo que usar por eso. A veces el pelo lo tengo más largo y me pega en los ojos. Me funciona por comodidad y porque ya es como la marca mía. Tengo solo una vincha, eso es lo vacilón. Es un agüizote”.
Con tantos años en el fútbol y muchas experiencias acumuladas, él considera que aunque ya no vive ahí, sigue siendo el mismo soñador de la alameda 33 de Hatillo 8.
Y después de que se reactivaron los entrenamientos, su esperanza es que pronto se pueda reanudar el campeonato, siempre bajo el protocolo adecuado para evitar contagios por covid-19.
“Acá es buscar el beneficio de cada uno de nosotros, cuidarnos, obviamente yo creo que han hecho un trabajo increíble, la gente que está en los hospitales, haciendo jornadas grandísimas los médicos, el gobierno, el Ministerio de Salud nos ha ayudado muchísimo y no hay que bajar la guardia”, indicó.
Nadie había afrontado una emergencia sanitaria de este nivel y él lo cataloga como algo serio.
“Todos tenemos familia, personas de alto riesgo y hay que ser conscientes, intentar ayudar, hay muchos mecanismos en los que uno puede hacerse sentir para ayudar a los más afectados. Nosotros como futbolistas somos parte del entretenimiento, hace falta ver partidos, hacer apuestas, ir al estadio y todo eso, ojalá que podamos empezar para que la gente se distraiga un poco, pero siempre y cuando no pase desapercibido lo más importante, que es la salud”, finalizó.