Es más, lo que ocurrió en el Fello es reflejo de un club que tropieza constantemente en su escenario y tiene cuatro fechas sin sumar de a tres como local, tras dos empates y dos derrotas. Lo mínimo que se esperaba de los centenarios era que ligaran otro festejo, tras derrotar a Grecia el sábado, pero no.

Del conjunto de la Vieja Metrópoli se espera más por planilla, por sus últimas dos clasificaciones y por cartel. Por lo mismo, las críticas van dirigidas a un conjunto que debe tener una segunda vuelta muy diferente o, de lo contrario, le será muy complejo repetir su presencia entre los cuatro mejores.

De los visitantes hay poco que cuestionar. Es cierto que no son de proponer y privan en el orden y el cerrar espacios, pero tienen claro a lo que juegan y por algo son terceros y luchan entre los llamados protagonistas.

En lo que respecta al compromiso en el Fello, la primera parte de ambos es de esas que cuesta digerir, que cae pesada y por más que se le da vueltas, lo que hace es incomodar a los amantes del fútbol. Los aficionados pueden olvidarse de ella por completo y no pasa nada, pero los equipos deben repasarla una y otra vez para no repetirla.

Un único remate directo y débil, sumado a remates desviados que mejor no comentar, resumen las estadísticas de un primer tiempo donde los protagonistas optaron por marcar, cortar y destruir juego. De dinámica, buenas combinaciones o asociaciones para generar peligro, nada.

Tanto los locales como los visitantes se inclinaron por sistemas similares, con tres marcadores centrales, volantes laterales, un contención clásico y otro volante más libre, mientras que el único hombre en punta de los estrategas se acompañó por dos mediocampistas abiertos.

La ilusión por ver una mejor puesta en escena en el complemento fue solo un espejismo que duró ocho minutos. El gol de Cristopher Núñez en el 52′, tras aparecer por sorpresa y ganar de cabeza luego de un centro de William Quirós, y el empate de Esteban Cano en el 60′, en cobro de tiro libre donde adelantó a la zaga, daban para pensar que al fin se vería un duelo abierto.

Sin embargo, todo lo contrario. Hernán Medford podrá defender que los suyos tuvieron control total de la esférica y que pasaron pocos apuros, pero no basta con esto. A la posesión hay que agregarle más condimentos o termina siendo insulsa y sin generar nada más que envíos al área fáciles de controlar y que generan poco o nada.

Es cierto que los blanquiazules se ven afectados por las bajas de Bismar Acosta, Róger Rojas, Jeikel Venegas, David Ramírez, Carlos Hernández, Heyreel Saravia y Daniel Chacón. No obstante, es un planilla amplia.

Los de la Vieja Metrópoli son los llamados a dar más, aunque no se puede menospreciar a los jicaraleños, quienes siguen metidos en la parte alta, aruñan todo lo que pueden y son incómodos para cualquiera que se los topa.

Ficha del juego:

Cartaginés: 1

Titulares: Marco Madrigal, Ryan Bolaños, Carlos Barahona, Román Torres, Kenner Gutiérrez, William Quirós, Mauricio Montero, Diego Sánchez, Cristopher Núñez, Byron Bonilla y Andy Reyes. DT. Hernán Medford.

Cambios: Allen Guevara (Sánchez, al 70′), José Sosa (Bonilla, al 76′) y Ronaldo Araya (Núñez, al 86′)

Jicaral: 1

Titulares: Kevin Briceño, Kevin Fajardo, William Fernández, Jason Prendas, Esteban Cano, Joaquín Vergés, José Carlos Pérez, Kevin Vega, Kennedy Rocha, Kendall Gallardo y Omár López. DT. Martín Arriola.

Cambios: Néstor Monge (Vergés, al 75′), Giovannie Clunie (Rocha, al 75′), Juan Vicente Solís (López, al 88′), Francisco Flores (Pérez, al 91′) y Kevin Arrieta (Gallardo, al 91′).

Goles: 1-0 (52′): Núñez (Quirós). 1-1 (60′): Cano (Pérez). Árbitros: Adrián Chinchilla con William Chow y Emmanuel Alvarado. Estadio: Fello Meza, 8 p. m.