Alajuelense y Cartaginés jugaban una final, el cuadro brumoso era consciente que una derrota ponía su banquillo a arder, mientras que los erizos debían borrar la oscura imagen que dejaron a mitad de semana, cuando quedaron eliminados de la Liga Concacaf.
Al final, los de la Vieja Metrópoli golpearon al León y ponen a los manudos contra las cuerdas en el torneo nacional, porque recibirán a su nuevo entrenador, Albert Rudé, golpeados anímicamente y sin la confianza de los resultados. El español no paró de tomar notas en las gradas del Fello Meza.
Cartaginés ganó 1 a 0 con un gol del exmanudo Allen Guevara, quien hizo un partido de ensueño frente al equipo que defendió por varias temporadas. El Cusuco fue un verdadero dolor de cabeza para sus adversarios, porque Giancarlo González no lo pudo detener, tampoco Ian Smith y en la diana el hábil atacante dejó hablando solo a Fernán Faerrón.
Desde el inicio, el partido fue particular, porque la Liga salió con un plantel muy diferente al que venía actuando bajo el mando de Luis Marín. Los erizos salieron con una línea de tres compuesta por José Miguel Cubero, Giancarlo González y Faerron.
Por otra parte, los brumosos sorprendieron sin un delantero centro en su once y ese puesto posicionalmente lo cumplieron Jeikell Venegas y Guevara. También se dio el estreno de Kevin Briceño en el arco brumoso.
El duelo fue muy táctico, de mucho orden defensivo de parte de los ganadores, como suelen ser los equipos de Géiner Segura. El timonel pidió sacrificio y buen posicionamiento en el campo; con eso le alcanzó para ser mejor que la Liga.
La posesión de la pelota fue eriza, pero con muy pocas ocasiones en ofensiva. De hecho los dos chances más importantes de la Liga llegaron por medio de un defensor: Faerron. El central pegó una pelota en el horizontal al cabecear en un tiro de esquina y luego disparó desde fuera del área para exigir a Briceño.
Alajuelense en el segundo tiempo hizo el cotejo totalmente suyo, sobre todo cuando ingresó Celso Borges al campo y empezó a ser el administrador del traslado defensa - ataque.
En los últimos 15 minutos, Cartaginés se encargó de sacar pelotas de su área. Los 11 hombres blanquiazules se metieron en su zona y con mucha gana defendieron con todo la diana que habían conseguido.
Géiner Segura corría por su banda, picaba como si fuera un jugador más y cuando una pelota salía cerca suyo, el estratega hacía el amague de querer agarrarla o patearla, como si fuera un jugador más.
Aunque la Liga sigue de lleno peleando por clasificar, el triunfo lo que permite es que la lucha por los puestos de arriba se vuelva cada vez más cerrada, porque ahora Cartaginés se metió de lleno.
Del segundo al octavo puesto apenas hay tres puntos de diferencia; eso sí, con el resto de la jornada por completarse.
El triunfo es valioso para Cartagines, golpea de forma positiva anímicamente al camerino; además deja cuestionado al plantel de la provincia de los mangos.
Con el pitazo final, Albert Rudé miró el campo de juego desde la gradería del Fello Meza, seguidamente respiró profundo y empezó a caminar. El español es consciente que el trabajo por venir será fuerte para corregir.
La Liga tuvo mucho la pelota, no obstante le faltó el toque final en ataque, pese a que tiene goleadores natos como Marcel Hernández, Gabriel Torres y Johan Venegas.
Alajuelense perdió una final anímica, un duelo que daba un respiro al ganador, y la sentencia de “prohibido” fallar más al perdedor.