¿Cuál es su percepción de lo que se vive en Saprissa?
Yo siento que primero tenemos que ser realistas y que estamos en una crisis deportiva e institucional y hasta de identidad. Saprissa está haciendo las cosas muy diferente a como las hacía antes y si se era exitoso con la fórmula anterior y ahora ya no lo hace así, es una crisis de identidad.
¿Los problemas de Saprissa van más allá del terreno de juego?
Totalmente y es evidente; hay que ser un poco observador para notarlo. Yo he visto jugadores que le faltan respeto al entrenador cuando salen de cambio; siento que hay jugadores que no han madurado o ya no maduraron, porque dejan el equipo con 10 en forma reiterada. Uno puede jalarse una torta una vez, pero una reiteración es señal de que algo pasa.
En la opinión pública se habla de que Saprissa llevaba torneos así pero algunos resultados deportivos lo maquillaban.
Saprissa tuvo a Vladimir Quesada, Paté Centeno, Roy Myers, Mauricio Wright, Iñaki Alonso y ahora Jeaustin Campos... Seis entrenadores en dos años y eso no es normal; no es normal para ningún equipo y menos para Saprissa.
Saprissa ha entrado a clasificaciones con dificultad, pero hemos tenido gente que ha apelado al sentimiento saprissista. El empuje de algunos jugadores ha logrado los campeonatos, y eso ha maquillado lo que se veía venir.
¿Por qué cree que esta vez el ‘No se repartan nada mientras Saprissa esté vivo’ no ha funcionado?
Porque es una crisis institucional. Yo estuve en el 1993 y estuvimos de penúltimos, pero la institución nos respaldaba, la Junta Directiva nos respaldaba. El equipo estaba lleno de líderes como Cayasso, Enrique Díaz; en algún momento saldríamos de la crisis, pero eso no se ve ahora.
En su momento nosotros tuvimos liderazgos de Junta Directiva como Bernardo Méndez, Enrique Artiñano; líderes de peso, eso no lo vemos ahora. Entonces, una sola persona no se puede echar encima un equipo como Saprissa. Tampoco veo que tengamos un equipo con la cantidad de jugadores buenos para salir de la situación en la que está.
¿Si se gana el clásico nacional es una señal de recuperación?
Saprissa puede ganar el clásico, lo puede ganar, en el torneo nacional no hay muchas diferencias. Puede ganar el clásico y a la larga puede ser negativo, porque esto no es una crisis de un partido, es una crisis general. Es una crisis de liderazgo, es una crisis de motivación, de falta de liderazgo a nivel institucional. Hay una pérdida del rumbo en cuanto a lo que Saprissa siempre ha sido. Podemos ganar en el clásico, pero eso no cambia las cosas. Uno no puede evaluar por un partido, eso no es bueno; el análisis se hace a nivel integral.
Un equipo como Saprissa que no tiene donde entrenar, que anda de cancha en cancha, sin un lugar definido; eso no es de una institución como la nuestra. Saprissa debería tener al menos un campo de entrenamiento, de acuerdo con las exigencias actuales del fútbol profesional.
¿El que Alajuelense sí esté dando esos pasos a usted le toca el orgullo saprissista?
Sinceramente y con todo el respeto que se merecen los otros equipos, el Saprissa no depende de lo que hagan los demás porque siempre ha sido pionero: Saprissa fue al Mundial de Clubes de primero, hizo un estadio, somos el equipo más ganador, el que más vende, el que más afición tiene. Nosotros no deberíamos fijarnos en esas cosas, pero no hemos crecido como lo hemos hecho en otros tiempos y hay que decirlo.
Usted habla de la identidad, Erick, pero Saprissa ha sacado de su organigrama a hombres como Víctor Cordero, Vladimir Quesada, Evaristo Coronado...
El ADN se traslada por las personas, no porque usted lo diga. Yo respeto que las frases del ADN estén escritas en una visión o un plan estratégico, pero el ADN se transmite por vivencias, no porque alguien lo escribió; eso se hace mediante personas con capacidad. Si usted corta eso, se corta la identidad. Los números son muy claros: el 70% de los títulos de Saprissa se han ganado con gente de la casa. En divisiones menores, en el pasado, trabajaban personas allegadas a la institución, que tenían un arraigo; ahora no. ¿Qué razón se da para cambiar la fórmula que antes funcionó? Si somos el equipo con más jugadores producidos cómo usted va a cambiar la estructura.
Incluso, si usted ve hoy el torneo nacional, en la Liga están: Celso Borges, Aarón Suárez, Santiago Van der Putten; en Herediano: Yeltsin Tejeda, John Jairo Ruiz, Keysher Fuller; en Cartaginés: Dylan Flores, Byron Bonilla; en Sporting: Rándall Azofeifa; en San Carlos: Álvaro Sánchez, Álvaro Saborío, Cristian Martínez; en Jicaral: Mathew Bolaños... Entonces, si todos estos jugadores están en Primera División es porque seguimos siendo un gran productor.
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Pero ninguno está en Saprissa. ¿Qué paso?
No lo sé. Hay que entender que muchos pasan y no se consolidan, pero eso prueba que nosotros seguimos siendo una fábrica de jugadores. A veces escucho que hay que reestructurar las divisiones menores, pero dígame un equipo de América que exportara cinco porteros: Keylor Navas, Patrick Sequeira, Esteban Alvarado, Danny Carvajal y Anthony Walker. Entonces, cómo no reconocer eso y ver lo bueno que se ha hecho.
Accionistas minoritarios y aficionados generales consideran que al seguidor morado lo tiene descuidado la actual dirigencia.
A la afición se le ha descuidado. Y te hablo como accionista minoritario, no solo hablo como exjugador o capitán sino también como dueño, porque en una parte muy pequeña también soy dueño de Saprissa. Yo lo que creo es que Horizonte Morado ha hecho un gran esfuerzo, han ganado torneos, tiene buenas intenciones. Saprissa ha seguido siendo ganador, en eso tenemos que ser honestos y reconocer; lo que pasa es que en el proceso se pierde el rumbo y se pierde el contacto.
Si nosotros tenemos más de un millón de aficionados, si es una asociación o una sociedad, lo que hace a estas instituciones es la afición. Póngale el estatus legal que sea, usted necesita la afición para el equipo de fútbol. A nosotros nos ha faltado entender que “Saprissa somos todos”... Se ha perdido vigencia de esa frase.
Hasta en temas como el financiero es bueno tomar en cuenta al millón y resto de saprissistas y hablarles claro e involucrarlos, porque el saprissista es muy orgulloso de su institución.
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Nadie espera una victoria ante Alajuelense. Si se gana, ¿qué pasa?
A la gente, por más apasionada que sea y por más rivalidad, no creo que el resultado de un clásico le cambie la percepción. Podemos tener dos o tres días de alegría, pero sabemos que estamos en una crisis institucional; en este caso el resultado pasa a tercer plano. El fútbol nos ayuda a disimular nuestros problemas, pero nos mantiene engañados y lejos de la realidad; entonces, en mi opinión, el resultado es intrascendente.
Usted es administrador también. ¿Cómo salir de la crisis?
Hay solución. Una institución con los activos que tiene Saprissa, una institución de millón y resto de seguidores, con la marca de Saprissa, con el prestigio, es el equipo de mayor reconocimiento a nivel internacional, una institución con tanta pasión e identidad es cuestión de integrar gente y ser humildes.
A veces uno tiene que dejar el orgullo de lado y reconocer el problema. Si uno no quiere aceptar y maquilla no hay forma de salir de una crisis. La primera forma de salir es reconocer y de ahí plantear un resurgimiento de la institución.
¿Está desgastada la gestión de Juan Carlos Rojas?
Yo no podría decirlo. Juan Carlos es una persona muy capaz; yo he sentido que ha estado muy solo, pero es mi opinión, tal vez no sea la realidad.
Respecto a otros temas, yo lo dije de antes, de mucho antes: la elección de (Ángel) Catalina fue un error; no por él como persona, sino porque Saprissa no hace las cosas así. Saprissa no le entrega el poder absoluto a una persona... En la Liga funcionó una vez con Iván Mráz, pero nada más, porque ahora tampoco le funcionó, porque solo han ganado un torneo de nueve. Pero no quiero hablar de la Liga, porque eso no me toca.
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Históricamente, la participación de Saprissa recae en su presidente, jugadores, aficionados, exjugadores, empresarios, aficionados, en todos. Cuando yo estaba en Saprissa, conocí a dirigentes, a una cantidad de líderes y dirigentes. Saprissa siempre ha tenido a su gente cerca. Esa es la fortaleza de Saprissa. Hoy no somos así... Hay que analizarlo.
¿Saprissa siguió una tendencia propuesta por Alajuelense con Agustín Lleida?
Para mí no sé si fue coincidencia o una tendencia, pero eso está mal, no porque la Liga lo haya hecho, sino porque Saprissa nunca ha sido así.