Jeaustin Campos, técnico de Saprissa, apostó fuerte por un muchacho de 20 años. Un joven con cara de niño, quien no solo ha dado la talla, sino que respondió a la confianza de Campos y ante Grecia anotó y festejó su primer gol en Primera División.
El “chiquillo” es Álvaro Zamora a quien la titularidad le llegó por sorpresa desde la primera fecha del campeonato.
“No esperaba ser titular, confiaba en tener minutos, incluso en el primer encuentro del campeonato iba a la banca, pero se dio el tema de que los extranjeros no podían jugar, actué y de ahí en adelante siento que me he ganado el puesto”, dijo Zamora, quien aparte de tener condiciones, es el futbolista que le suma minutos a Saprissa, con la norma sub-21 que pide la Unafut a los equipos: cumplir con 1.040 minutos con muchachos menores de 21 años.
Álvaro es titular y uno de los futbolistas más regulares de Saprissa y ya recibió su premio dentro de la cancha, el gol que marcó contra Grecia, tanto que ilusiona al joven con llegar a convertirse en figura morada.
“Sé que puedo y quiero ser un ídolo de los saprissistas, quiero tratar de sobresalir lo más que pueda en este equipo y seguir demostrando por qué me renovaron”, aseguró el mediocampista.
La anotación ante Grecia fue un alivio para Zamora, quien aceptó que se presionó un poco porque la anotación no se le presentaba.
“Trataba de tener presencia en la ofensiva, pasaban los encuentros y no me llegaba. Llevaba varios partidos en búsqueda de esa anotación e intentaba no estar bajo presión; gracias a Dios ya se abrió el marco y espero anotar más”, agregó Álvaro.
Álvaro confesó que al sacudir las redes iba a iniciar el festejo, pero al rematar se resbaló y quedó en el suelo mirando al cielo. Ahí le agradeció a Dios por ese instante. Luego llegaron sus compañeros a felicitarlo, a darle respaldo y confianza por su labor en el terreno de juego.
“El gol fue un desahogo y a la misma vez una responsabilidad inmensa, lo sentí y espero que se me abra el marco de aquí en adelante y seguir anotando. Concretar en este estadio fue un sueño”, opinó el futbolista.
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Zamora tiene un año en Saprissa y antes de llegar al cuadro morado militó en Herediano, fue cedido a préstamo a Grecia y estuvo en Segunda con Uruguay de Coronado, después de haber hecho ligas menores en Alajuelense.
“Yo tenía claro que quería estar en este equipo algún día y gracias a Dios se me dio y espero seguir aquí muchos años. Desde que conocí a Jeaustin (Campos), cuando él vino a entrenar aquí, sabía que era un técnico atrevido. Hablé con David Guzmán a quien Jeaustin hizo debutar y él me dijo lo que lo apoyó al principio y yo sentí que podía tener un golpe de atrevimiento con él y he aprovechado las opciones y los consejos que me brinda”.
Zamora expresó que recibe mucho respaldo de los jugadores morados de mayor experiencia, todos lo acuerpan, pero resaltó que es David Guzmán, quien pasa sobre él dándole consejos y hasta lo regaña si es necesario cuando se equivoca o ejecuta mal un movimiento dentro de la cancha.