Óscar Ramírez revive la fórmula que lo llevó al éxito en el Invierno 2010 y en el Verano 2011, con un ataque veloz que rememora aquella Liga de piernas rápidas de Argenis Fernández, Marco Ureña, Allen Guevara y Jean Carlos Solórzano.
El Macho utiliza la misma esencia en su receta táctica actual, pero le agrega un hombre más de área en ataque y una salida más vertiginosa, lo que provoca un mejor sabor de boca en una afición que exige a más no poder.
Para ser claros: Alajuelense ha ganado vigor con la dupla conformada por José Guillermo Ortiz y Jonathan McDonald, acuerpados por la velocidad de Johan Venegas y Rónald Matarrita, más el control de Pablo Antonio Gabas o Armando Alonso.
La suma de un atacante nato le resta un cupo a la medular. En el torneo anterior fue frecuente ver a Ariel Rodríguez acompañado por Juan Gabriel Guzmán, Luis Miguel Valle u Osvaldo Rodríguez, una apuesta directa al control del balón y una posesión excesiva que, por momentos, adormecía tanto al rival y quizás un poco más a la gradería.
Para este Verano Ariel puede solo y aporta en filtraciones con su buen pase, y así es el hombre que le brinda el equilibrio a cualquier sistema que Ramírez implemente en la cancha.
“Todos mis torneos han sido distintos; me ajusto al estilo de jugadores que tengo. La idea es mantener siempre el equilibrio. Se arrancó (en el 2010) con muchos jóvenes y el proceso ha sido exitoso. Recuerdo que el primer campeonato lo ganamos con buenos bloques y quizás no tan buen fútbol, pero teníamos mucha explosividad adelante. Recuerdo a un Marco Ureña, un Argenis Fernández con Allen Guevara, era explosivo por donde quiera verlo. Ahora buscamos un balance”, dijo Ramírez a La Nación.
Insaciables. La consigna para este año en el Morera Soto es no tener piedad. “Si el juego se presta para meter siete, vamos a tratar de meterlos”, señaló McDonald.
La zona de metralla eriza no se cansa de disparar. Según los datos recolectados por este diario, Ortiz, Matarrita, Gabas, McDonald y Venegas suman 68 remates a marco, fiel muestra de lo que predican los actores.
“La nueva idea se basa en la movilidad. Ahora se puede ver a un Venegas más por el centro o de repente por un costado, o así con cualquiera. El objetivo es confundir a los marcadores, cosa que hemos logrado, pero quizás hasta el juego de hoy (ante Cartaginés) se nos abrió el marco de par en par”, explicó Gabas.
La intensidad ahora es una obligación. En el Invierno 2014 los rojinegros esperaban a que el rival saliera en busca del balón y así aprovechar espacios; ahora machacan y machacan la zaga adversaria para en lugar de esperar rendijas, crearlas. ¿Qué hizo el Macho? Un cóctel goleador.