El escenario está dado para una contienda electoral que ya empezó, aunque nadie se anima a dar nombres de los candidatos que podrían tomar la vacante en la presidencia de la Asociación Liga Deportiva Alajuelense, luego de la renuncia de Fernando Ocampo Sánchez.
En medio del caos, porque lo hay, en los corrillos políticos rojinegros imperan los trapos sucios a falta de claridad estratégica. Y ninguno de los bandos se salva de esto, por ahora.
Y les explico el por qué opino de esta manera.
Transparencia rojinegra es un movimiento entre algunos socios liguistas, entre los que están algunos ex directores del club y un ex presidente, Jorge Hidalgo Vega, a quienes algunos proponen como figura para volver a la presidencia.
Por otro lado, está la presencia de Joseph Joseph, al que algunos dirigentes actuales, expresidentes y socios del club, perfilan como el sucesor indicado de Ocampo.
Pero hasta el momento, y tras la conmoción que vive el club por la eliminación del Apertura 2022 en manos del Saprissa, nadie da el paso al frente. Nadie pasa del tanteo político.
La oposición dice que los dirigentes actuales saben mucho de mercadeo pero poco de fútbol. Aunque algunos de ellos fueron compañeros de la junta directiva actual por cuatro años.
Y en el oficialismo prefieren no referirse a los señalamientos, porque consideran que estos temas se hablarán en la Asamblea y también recordarán lo que pasó entre el 2010 y el 2016 a nivel económico, que llevó a esta administración a tener que pagar cerca de $4 millones para sanear las arcas y sacar a la “asociación de una quiebra técnica”.
Un estado financiero que obligó al equipo a tener que fichar jugadores a los que no se les podía pagar más de $2 mil por mes, incorporaciones de “poca monta”.
Desde el oficialismo están dispuestos a tener que pedir explicaciones por temas que, a pesar del tiempo, no se han tocado en una asamblea con suma profundidad.
– ¿Por qué una deuda de 900 millones de colones con la seguridad social?– ¿Por qué hubo una pretemporada en México que no se canceló en su momento?
– ¿Por qué se contrató un empleado por servicios profesionales y al final esa persona pedía que se le cancelara el aguinaldo?
– ¿Por qué se pidió un préstamo a pocos meses de finalizar el período y no se le consultó a la asamblea?
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/RMJJH6R6AVBWXA356FNJO2ULF4.jpeg)
En Alajuelense, de momento, rigen los estatutos que datan desde 1994. Por esta razón a finales de noviembre deberían darse elecciones para elegir presidente. Se está a la espera del trámite de inscripción de las reformas de este documento que está en el Registro Nacional. FOTO: (Prensa Alajuelense)
O bien, por el lado opositor, no faltará quien lance los dardos por el poco tino deportivo, en el que fueron más las finales perdidas que las ganadas.
– En este momento hay dirigentes que no saben nada de fútbol, ya suenan estas declaraciones en los medios de comunicación.
– Nos hemos acostumbrado a perder y la plantilla actual es muy corta, donde pocos jugadores centran la mayoría de la inversión económica y esto no alcanza para ganar títulos.
– También hay dudas con los estados financieros y presentamos una denuncia ante el Colegio de Contadores Públicos.
– Hay asambleas que carecen de legalidad.
Como ven, los señalamientos van y vienen de un lado a otro, pero hasta este momento ningún candidato da el paso en medio de la tempestad, para decirle a los asociados y la gran afición manuda, cómo se encarrilan las cosas para ganar títulos con un mejor ritmo. Y no uno en los últimos 18 torneos disputados, 12 de ellos bajo la administración Ocampo Sánchez (quien ganó un título) y seis en la gestión de Raúl Pinto Odio (quien en todo su pasó ganó seis campeonatos).
Un bando espera la inscripción de los nuevos estatutos para así no ir a elecciones en noviembre y que sean mayo, otro bando quiere un consenso donde contemplan a Joseph Joseph, pero no como presidente
El liguismo quiere ver propuestas, o al menos candidatos reales que levanten la mano y digan: yo voy por la presidencia. Y menos tanteos políticos envueltos en trapos sucios.