Portugal's Silvestre Varela celebrates after scoring his side's third goal during the Euro 2012 soccer championship Group B match between Denmark and Portugal in Lviv, Ukraine, Wednesday, June 13, 2012. (AP Photo/Armando Franca) (Armando Franca)
Los lusos se habían adelantado con tantos de Pepe, en el 24’, y Hélder Postiga, en el 36’, pero Niklas Bendtner llegó a igualar el encuentro con un doblete al 41’ y 80’.
A Portugal se le pueden achacar muchas cuestiones, pero no la falta de organización táctica. El seleccionador luso, Paulo Bento, ha diseñado un equipo fibroso, duro defendiendo y rápido en los ataques.
Pepe, el central del Real Madrid, manda en la zaga con la autoridad de un veterano. El luso-brasileño, siempre bien colocado, hace alarde de su privilegiado físico para anticiparse y cortar el peligro rival.
Joao Moutinho, del Oporto, y Raúl Meireles, del Chelsea, se sacrifican en tareas defensivas, pero también saben lanzar rápidos contragolpes para asistir a sus dos temibles extremos, Nani, del Manchester United, y Ronaldo.
Así ocurrió en varias fases del encuentro ante Dinamarca. Como en la derrota lusa ante Alemania, la estrella del Real Madrid tardó en conectarse durante el partido.
Por casualidad o no, la lesión del medio centro danés Niki Zimling, en el 14, abrió la página de oportunidades portuguesas.
Un disparo de Meireles rebotó en la defensa y Ronaldo, en el borde del área, remató muy desviado.
El gol luso se presentía. En un córner lanzado por Moutinho, Pepe entró en el primer palo, se adelantó a la defensa y anotó de cabeza.
La maldición portuguesa ante portería se había acabado: un tanto en los últimos cuatro partidos. Luego, un preciso centro de Nani lo remató con violencia a las redes Hélder Postiga para marcar el 2-0.
Los daneses reaccionaron enseguida. A su primer disparo a puerta, en el 38, le siguió el tanto que les abría una puerta. Un centro de la derecha lo cabeceó en el segundo Krohn-Dehli para asistir a Niklas Bendtner. El gigantón del Arsenal cabeceó a las redes de Rui Patricio.
A gritos de “Messi, Messi”, la afición danesa buscó desconcentrar a Ronaldo, que se metió en varias emboscadas solitarias sin suerte.
En el 77, malgastó otra opción.
El verdugo portugués por excelencia, Bendtner, empató con otro testarazo y dejó a los lusos en un manojo de nervios.
Ronaldo rondó el gol en varias ocasiones hasta que un centro de Fábio Coentrao, uno de los mejores de Portugal, lo remató Varela a gol en su segunda tentativa.