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Ilkay Gundogan fue la figura del día. Sus dos goles mantienen el objetivo del City: ganar la Premier League, la FA Cup y la Champions League. (GLYN KIRK/AFP)
Nadie imaginó un gol tan pronto en el duelo entre el Manchester City y el Manchester United en la disputa de la FA Cup. Ilkay Gundogan no solo sorprendió a todos, sino que anotó el gol más rápido en una final del torneo más antiguo del mundo.
Apenas a los 13 segundos, abrió el camino hacia otra victoria para el equipo de Guardiola, que esta vez ganaría 2 a 1 sobre su archirrival. Aunque Bruno Fernandes empató en el minuto 33 con un cobro de penal, el mismo Gundogan volvió a poner en ventaja a su equipo en el minuto 51.
El alemán sorprendió a David de Gea, con un potente disparo desde la frontal del área. El volante había recibido un pase aéreo y sin dejar caer la pelota la pegó de seguido para abrir marcador. Su segundo gol también fue un remate sin parar el balón, venido a media altura desde el cobro de un tiro de esquina de Kevin De Bruyne
Por el triplete
A pesar de que el United reaccionó y buscó el empate, no tuvo éxito y no pudo lograr el doblete de copas domésticas, después de haber ganado la Copa de la Liga en febrero. El City podría convertirse en el segundo equipo inglés en lograr un triplete si vence en Estambul al Inter de Milán, el próximo sábado 10 de mayo en la final de la Liga de Campeones, después de que el United lo hiciera en la temporada 1998-1999.
“Sabíamos cómo queríamos jugar el saque inicial e intentamos aplicarlo, jugar largo para Erling (Haaland) e intentar recuperar el segundo balón. Vino directamente hacia mí, solo tuve que golpear”, declaró el jugador a la BBC tras el partido. “Un tiro bastante bueno”.
“Hemos realizado una temporada increíble pero nunca hemos ganado la Champions. Es un privilegio llegar a dos finales en tres años, es increíble, pero al final tienes que ganar la Champions para demostrar lo que vales”, declaró el entrenador Pep Guardiola en rueda de prensa.
De momento, el City ha logrado un doblete de Copa y campeonato por segunda vez en su historia, tras el conseguido en 2019, un triplete doméstico en realidad pues también ganaron la Copa de la Liga.
De cara a la final de Champions, contarán con el estatus de favoritos, después de la gran temporada realizada y de la superioridad mostrada el sábado contra sus vecinos.
Manchester United complicado
Tras haber terminado en tercera posición en Premier League y de su victoria en la Copa de la Liga, el Manchester United complicó más de la cuenta el partido al City pero no llegó a poner en verdadero peligro a su rival.
“Fue un partido muy ajustado, fuimos muy competitivos y organizados contra el mejor equipo del mundo actualmente”, reconoció tras el partido Erik ten Hag.
Si bien lograron empatar antes del descanso con un penal prácticamente milagroso, pues apenas se habían acercado al área de los citizens, muchos de los jugadores de los Red Devils como Fred, Christian Eriksen o Jadon Sancho parecieron no estar al nivel requerido en un partido de estas características.
Aún así, el empate pudo llegar en el segundo minuto del tiempo añadido, con un balón que rebotó en la parte superior del larguero, en una ocasión que resume el caos del ataque del United.
“Todos estamos tristes y es muy difícil”, declaró Fernandes a la BBC. “Queríamos acabar la temporada de otra manera pero no fue posible”.
Gran Gündogan
El noruego Erling Haaland, máximo goleador en Premier League con 36 goles, estuvo más discreto en esta final, más allá de ocasiones puntuales sin demasiado peligro (16, 21).
Pero su capitán Gündogan ya había puesto para entonces el primer gol en el marcador con una gran semivolea con la pierna derecha, directa a la escuadra izquierda de David de Gea.
Con su contrato a punto de expirar y su futuro en el City todavía en el aire, el alemán, que volvió a entrar el jueves en la convocatoria de su selección anunciada por Hansi Flick, confirmó su gran estado de forma, tras haber logrado dos dobletes y una asistencia en los partidos contra Leeds (2-1) y Everton (3-0) en campeonato, decisivos para superar en la tabla al Arsenal.
La final no dejará grandes recuerdos más allá del rápido gol de Gündogan, pero sirvió para demostrar una vez más el poderío del Manchester City incluso sin los goles de Haaland.
Guardiola, emocionado tras el pitido final, demostró con sus lágrimas el apetito insaciable de los citizens, que buscará poner la guinda sobre el pastel dentro de siete días.
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John Stones festeja con Ilkay Gundogan anotador del doblete con que el Manchester City se llevó la Copa. (ADRIAN DENNIS/AFP)