El Barcelona, hundido tras las lesiones de Pedri y Frenkie de Jong en la primera parte, no pasó del empate sin goles este domingo en la cancha del Athletic, por lo que no supera al Girona en la tabla ni se acerca al Real Madrid.
Los blancos habían igualado 2 a 2 el sábado en la cancha del Valencia, mientras que el Girona cayó 1-0 ante el Mallorca.
Un panorama que parecía perfecto para la remontada del equipo de Xavi, descansado tras no jugar entre semana. Sin ambición, no fue capaz de marcar y sigue un punto por debajo del Girona y ocho por detrás del Real Madrid.
"Oportunidad perdida en todos los sentidos: en el juego, en las sensaciones y en recortar distancias. Hemos fallado. Hay que reprocharnos cosas y pensar que no hemos estado bien", reconoció el técnico azulgrana.
Al Athletic le tocaba comparecer de nuevo en San Mamés solo tres días después de la explosión de emoción que significó ganar 3 a 0 al Atlético y sellar el pase para la final de la Copa del Rey -que disputará ante el Mallorca-.
Con un equipo muy renovado, sin su principal peligro Nico Williams, en la grada debido a una sanción, el Athletic casi no creó peligro en la primera parte.
De regreso a la ‘Catedral’ tras el zarandeo (4-2) que sufrió a finales de enero en cuartos de la Copa, el Barcelona salió con la lección aprendida. Dominador, pudo irse al descanso con algún gol de ventaja, pero ni Andreas Christensen ni Fermín, en un mano a mano con Unai Simón, fueron capaces de marcar.
El rechace de Simón estuvo cerca de convertirlo en el gol de la jornada Joao Cancelo, con un toque sutil y lejano, pero entre el arquero y Yeray se las arreglaron para evitar el gol.
Fermín había entrado cinco minutos antes en el campo en sustitución de De Jong, que salió sentado en un 'buggi' tras hacerse daño en un tobillo.
Al borde del descanso fue Lamine Yamal el que entró en juego en sustitución de Pedri, inconsolable en el banquillo tras una nueva lesion muscular.
Resquebrajado su plan de juego por los percances físicos de sus brújulas, al Barcelona le costó recomponerse pero el Athletic no estaba para grandes cosas, incapaz de aprovechar el desorden de su rival. Entre sus pocas ocasiones, un remate desviado del central Yeray en el saque de una falta.
Tres cambios al mismo tiempo en cada equipo a falta de un cuarto de hora poco cambiaron el panorama. El empate fue lo más lógico entre un Barcelona desanimado y un Athletic con resaca copera.