Liverpool (AFP) - El Bayern Múnich logró un valioso empate 0-0 en campo del Liverpool, este martes en el partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones, aunque sigue sin ganar en Anfield.
El Bayern apostó por dar la iniciativa a los locales, sabedores de la calidad y el vértigo del oponente. El técnico del equipo inglés, Jurgen Klopp, utilizó un 4-3-3, con Mohamed Salah, Roberto Firmino y Sadio Mané en punta, en procura de salir con algo de ventaja para la vuelta.
Por su parte, los alemanes decidieron dejar un poco más solo a Robert Lewandowski en ataque, pero respaldado unos metros más atrás por James Rodríguez, Kingsley Coman y Serge Gnabry.
Los españoles Thiago Alcántara y Javi Martínez apoyaron en la medular a esos jugadores de mayor corte ofensivo. Sin embargo, los Reds, a los que el publico de Anfield llevó en volandas, tuvieron más ocasiones a lo largo del partido, eso sí, su gran fallo fue la puntería.
“Fue una gran batalla y tuvimos las mejores ocasiones. No es el resultado soñado, pero es bueno, podemos trabajar a partir de esto. Tampoco fue el partido que recordaremos durante 20 años, lo positivo es que el resultado no es malo y debemos jugar mejor”, señaló el timonel alemán Klopp.
La peor noticia para el Bayern fue que su lateral derecho, Joshua Kimmich, recibió una tarjeta amarilla mediada la primera parte, que le hará perderse el partido de vuelta el próximo 13 de marzo.
Los bávaros al final lograron un empate que les da buenas expectativas para intentar dejarse el boleto a los cuartos ante su gente, aunque sigue sin ganar en Liverpool. Este fue su tercer empate sin goles en Anfield, tras lograr ese resultado en segunda ronda de la Recopa de Europa en 1971/72 y en semifinales de la Copa de Europa, antigua Champions, de 1981.
“Sabíamos que tenían muy buenos delanteros. Hemos defendido bien, de forma compacta. Es una pena no haber marcado un gol fuera de casa. Pero no está tan mal, ya que jugamos la vuelta en Múnich sin haber encajado ningún gol”, señaló el portero Manuel Neuer.
En cuartos de final de la Copa de Ferias, primera denominación de la Europa League, el conjunto inglés se impuso 3-0 en su cancha.
Para consuelo de los Reds, en su único enfrentamiento anterior en esta competición, en una semifinal de la entonces llamada Copa de Europa, en 1981, se clasificaron al empatar 1-1 en Múnich en la vuelta, tras el 0-0 ante los suyos.