En un país de derechos, en donde este principio ha sido objeto de una interpretación corrupta por parte de aquellos que creen que pueden decir y hacer con la honorabilidad del prójimo lo que deseen, es hora de que, sin “lentejuelas” profesionales, políticas ni científicas, se levante la voz por parte de aquellos que, antes de “creer ser” básicamente lo que un título académico, un puesto profesional o político, sabemos que ante todo somos seres humanos convencidos de que la rectitud, la perseverancia, el sacrificio y el agradecimiento son valores fundamentales que sí nos hacen hombres y mujeres de bien y, por tanto, valiosos para esta sociedad.
En ese contexto quiero hacer use de lo que considero es mi derecho a respuesta, como costarricense, como parte de una población económicamente activa desde el año 1992 y funcionaria de la CCSS, con una humilde carrera administrativa dentro de la institución de poco más de 18 años, patrono al que respeto, admiro y agradezco. No soy “empleada” de una Gerencia, como lo señala LaNación el 30 de setiembre en la página 12A.
Soy, a mucha honra, una mujer que cree, ama y agradece lo que hace desde siempre y que desde sus inicios laborales comprendió que fue contratada por una institución que tiene una misión especialísima.
Nadie, hasta la fecha, me ha obligado a emitir criterios, decir o hacer cosas que no sean ciertas o en las que no crea firmemente, tanto así que, a mis 40 años de vida, no tengo color político, creo firmemente en Dios y en el ser humano. Aprendí, eso sí, que hay quienes te edifican y quienes no te edifican, y de los primeros me rodeo en todos mis ámbitos, personal, profesional y familiar; de los segundos, que me libre Dios.
Con esto quiero decir que, como funcionaria institucional firme el oficio remitido a la honorable Comisión Legislativa y otros órganos, convencida de que lo que allí se expresa es cierto y evidente – pero bien lo dice el dicho: “la verdad no peca pero incomoda”–; de esta forma quiero dejar claro a todos, pero especialmente a la honorable diputada del Partido Accesibilidad sin Exclusión, Rita Chaves, y al Sr. Luis Eduardo Díaz, periodista de LaNación, que no es cierto que el oficio hubiese sido requerido o redactado por el Sr. gerente de Logística, sino que, he de confesar, los profesionales que hemos tenido la bendición de laborar en la gestión realizada por este cuerpo gerencial hemos podido desarrollarnos de manera proactiva en diferentes ámbitos y conocer que nuestro alcance y desempeño va más allá de nuestra preparación profesional, porque nos distingue el cariño y el respeto por lo que hacemos, y por eso en este equipo encontrarán una gran cantidad de profesionales capaces de redactar este y otros documentos técnicos de mayor complejidad.
Como profesional en Derecho, pero igualmente sin necesidad de adornar con conceptos jurídicos mi desacuerdo con la afirmación que sale publicada en el diario LaNación, traslado copia de la presente al Colegio de Abogados y Abogadas de Costa Rica, por cuanto ante esta afirmación he de confesar que me siento ofendida como profesional por otros especialistas (periodistas y desconozco qué preparación académica tiene la Sra. Rita Chaves) que me acusan indirectamente de no tener la capacidad suficiente para entender y redactar de manera conjunta con el equipo firmante un oficio que no dice más que la verdad, y, además, de no tener independencia de criterio, lo cual rechazo categóricamente.