La situación socioeconómica de los sectores pesqueros de la costa Pacífica de Costa Rica se ha deteriorado a lo largo de los últimos 10 años en forma paralela a la disminución del recurso pesquero nacional. En este periodo, el volumen total de captura disminuyó un 50%, en promedio. Esto quiere decir que hoy se pesca la mitad de lo que se pescaba hace 10 años.
A pesar de esta situación, la flota cerquera internacional captura un promedio de 25.000 toneladas métricas (Ton) de atún al año en el mar jurisdiccional costarricense, con licencia pagada, regalada o sin licencia, a cambio de un promedio de ingreso al país de $37/Ton de atún, como producto del ingreso de licencias vendidas (¢18.500/ 1.000 kg de atún) sobre el total de producto capturado. Los pescadores costarricenses podrían obtener una ganancia 48 veces mayor a este valor, si pescaran y vendieran este atún a un precio de $2.800/Ton, que corresponde al precio de un atún de segunda. La ganancia podría ser incluso mayor si logran vender un producto de primera calidad.
Además del bajo precio que el Estado recibe por tonelada de atún extraído, se debe considerar que entre un 11% y un 27% de las licencias para buques atuneros se otorgan de manera gratuita, por lo cual el Estado costarricense no percibe ganancias por este atún. Aunado a esto, entre 15 y 38 buques atuneros operaron en la zona económica exclusiva (ZEE) de Costa Rica sin contar con licencia (ni cobrada ni regalada) por parte del Gobierno costarricense entre el 2008 y el 2011.
Los buques atuneros, tanto aquellos con licencias pagadas como gratuitas o sin licencias, operan en toda la ZEE del Pacífico costarricense, excepto en las primeras 12 millas náuticas de mar territorial. Por el tamaño y tipo de operación de estos buques, los pescadores nacionales deben desplazarse muchas veces hacia aguas internacionales, lo cual aumenta el tiempo de operación hasta por cuatro meses y los costos hasta por ¢24 millones por viaje.
Consecuencias. Algunas de las consecuencias de esta conjunción de factores en los cantones principales de desembarco de pescado en la costa Pacífica costarricense incluyen: el acceso limitado a la educación; un 11% de deserción escolar; escaso acceso a la salud, a seguros médicos, de invalidez, vejez y muerte; poco acceso a Internet y al crédito; un alto desempleo y alto índice de emigración; “desculturización” de nuevas generaciones; mayores costos de operación, y alto riesgo de naufragio y bajo ingreso económico. Todo lo anterior favorece una espiral negativa de pobreza en la zona costera del Pacífico costarricense.
Como si esto fuera poco, se reporta pesca ilegal de atún con el uso de artes de pesca prohibidas en Costa Rica. Este arte de pesca ilegal afecta, al menos, a 53 especies-no objetivo. Muchas de estas especies se encuentran en etapa previa a la madurez sexual, incluyendo a atunes inmaduros. El daño colateral se estima en más de 4.000 Ton de atún que aún no ha logrado reproducirse en el momento de ser extraído, y en más de 4.000 Ton de diversas especies-no objetivo de los buques atuneros.
Al no haber recurso pesquero comercial disponible en nuestras aguas, los peces de interés turístico deportivo son proclives a caer en los anzuelos destinados a otras especies de mayor valor. Estas especies, cuyo valor estimó el IICE-UCR en $3.000 por animal vivo en el sector de pesca turística y deportiva, terminan vendiéndose en el Cenada por $2,80/kg. Esto repercute de manera negativa en el sector de pesca turística, el cual recibe más de 175.000 turistas al año, con un gasto mínimo promedio estimado de $3.000/turista. En los últimos años, los turistas no quieren volver por la mala pesca, dada la disminución del 85% de la abundancia de estas especies.
Propuestas concretas. Conscientes de que debe darse un giro a la administración de los recursos pesqueros costarricenses, la cual propicie el aprovechamiento responsable y sostenido para la mejora de las condiciones socioeconómicas de las comunidades costeras, la Federación del Sector Pesquero Nacional, con el apoyo de la Fecop, ha decidido organizarse y hacer propuestas concretas al Gobierno para que se proceda a regular el uso del espacio marino y sus recursos, buscando un mejor aprovechamiento del capital natural de todos los costarricenses.
El aprovechamiento del atún costarricense por parte de pescadores nacionales aportaría un producto de mayor valor en el mercado. El atún podría capturarse más cerca de la costa, reduciendo costos de operación, aumentando el valor de la captura desembarcada, disminuyendo el esfuerzo pesquero y mejorando las condiciones socioeconómicas de las zonas costeras.
Lo único que faltaría es la voluntad política del Gobierno para propiciar el primer plan de ordenamiento y manejo pesquero responsable del país, propuesto por el sector pesquero nacional y la Federación Costarricense de Pesca como un aporte al modelo de desarrollo costero y a los planes de gobierno 2014-2018.
Enrique Ramírez, director ejecutivo de la Federación Costarricense de Pesca (Fecop).