Recientemente fueron publicados varios artículos relacionados con la salida de profesionales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) hacia el sector privado.
De la misma forma, fueron sugeridas varias soluciones, como el aumento en el número de especialistas, la flexibilidad de horario para que los profesionales puedan laborar jornadas más cortas, la reducción de labores administrativas y evaluar el sueldo de los especialistas.
La solución a los problemas de la CCSS requiere un análisis profundo de los múltiples problemas que la institución arrastra desde hace décadas y que pretenden disminuir las listas de espera, motivar a los profesionales que trabajan en la institución y mejorar el trato hacia los pacientes.
Me parece que, en parte, la salida de profesionales hacia el sector privado sería posible disminuirla mediante un programa dirigido a motivar a los que laboran en la CCSS.
La motivación se perdió y la visión que la CCSS ha mantenido durante varias décadas es la de perpetuar la definición antigua y obsoleta de los hospitales y clínicas en donde los profesionales de la salud acuden a trabajar jornadas laborales de ocho horas, deben atender una cantidad de pacientes por hora y la productividad se mide en función del número de pacientes atendidos, y no por la calidad de la atención médica.
Los hospitales de la CCSS deben reinventarse y transformarse en centros de ciencias médicas (CCM). El concepto y definición de un CCM no implica únicamente un cambio en el nombre de los centros hospitalarios, sino que representa que sus hospitales y sus clínicas combinen la atención de pacientes atendidos con la docencia y la investigación clínica.
En los CCM los profesionales del sector sanitario llevan un análisis detallado de sus pacientes, conocen en profundidad la patología que están tratando y construyen bases de datos para analizar, con el paso del tiempo, los resultados clínicos que alcanzan a través de determinadas decisiones diagnósticas y terapéuticas.
Los CCM estimulan la educación de los profesionales de la salud para que en vez de ser simples observadores en congresos médicos sean participantes activos que compartan los resultados obtenidos después de tomar sus decisiones diagnósticas y terapéuticas.
Los CCM incentivan las uniones estratégicas con hospitales universitarios de países desarrollados con los que comparten información y colaboran activamente en proyectos de investigación multicéntricos.
Además de lo anterior, las jefaturas no son posiciones perpetuas (las conocidas “plazas en propiedad”), sino que, por el contrario, son posiciones contractuales de tres años que salen a concurso y son renovadas dependiendo de la productividad individual y objetiva.
La mayoría de los hospitales en países desarrollados consideran prehistóricas las posiciones perpetuas y como muy largas las contrataciones por períodos de cinco años. Estos cambios generacionales ofrecen beneficios en todo nivel.
Por un lado, la persona que ocupa la jefatura se esmera en su puesto y se encarga de ser una verdadera líder, que atrae recursos económicos y laborales a su división de trabajo para tener posibilidades de ser reelegida. Por otro lado, quienes ocupan puestos inferiores se esmeran por formar una hoja de vida que les permita competir con su jefatura para sustituirla en el puesto. No hay nada más edificante que la posibilidad de optar por cargos de mayor responsabilidad.
La CCSS tiene muchos retos si quiere sobrevivir y ofrecer servicios de salud de primer nivel a la población costarricense. Los problemas financieros y administrativos deben ser resueltos, pues son también de mucha trascendencia; sin embargo, los hospitales y las clínicas deben convertirse en verdaderos centros de ciencias médicas, donde se motive a los profesionales del sector sanitario. De esta forma será posible reducir la salida de especialistas de la CCSS para desempeñarse en consultorios privados.
El autor es pediatra infectólogo.
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La salida de profesionales en ciencias médicas hacia el sector privado sería posible disminuirla mediante un programa dirigido a motivar a los que laboran en la CCSS. (Rafael Pacheco Granados)