Editorial

Editorial: Japdeva en crisis

No hay motivo para que el gobierno continúe inyectando colones buenos a una mala empresa. Las instituciones públicas no deben ser utilizadas para extraer rentas y pagos que no se corresponden con los servicios suplidos.

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Durante los últimos años, la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) ha sido administrada políticamente, sin apego a los principios más elementales. Desde hace tiempo, los administradores sabían que, con la competencia en su línea de servicios por la entrada en operación de la terminal de contenedores de Moín, enfrentarían problemas financieros y poco, o nada, hicieron por anticiparlos y desplegar acciones correctivas oportunas. Ahora, Japdeva entró en crisis y, aparentemente, deberá liquidar entre 800 y 950 empleados, según a quien se le pregunte, de un total de 1.186.








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