En la pasada columna, destaqué que octubre se caracteriza por una agenda electoral notable, no solo en términos cuantitativos, sino también cualitativos.
En los últimos ocho días, presenciamos una sucesión de comicios que prometen reconfigurar el tablero político a escala nacional y regional. Desde las elecciones generales en Argentina y las primarias de la oposición en Venezuela, celebradas el pasado domingo, hasta los comicios locales en Colombia este domingo 29, cada uno de estos procesos ofrecen una ventana única a los desafíos internos de los tres países y contribuyen al entramado político de la región en su conjunto.
Argentina camino al balotaje
Argentina se encuentra en un punto crítico de su historia política, sumergida en una sucesión de sorpresas. Hace dos meses, el país observó atónito el ascenso de Javier Milei, economista anarcocapitalista de extrema derecha, que con su partido La Libertad Avanza (LLA) se alzaba triunfante en las elecciones primarias (PASO).
Sin embargo, el panorama dio un giro inesperado durante la primera vuelta electoral del 22 de octubre. El oficialismo peronista, liderado por el ministro de Economía, Sergio Massa, y su coalición Unión por la Patria (UxP), revirtió las expectativas, adjudicándose una victoria decisiva con el 36,68 % de los votos, mientras que Milei obtuvo el 29,98 %.
A pesar de este triunfo, la presidencia permanece indecisa y conduce a la nación hacia un balotaje tenso y cargado de expectativas el 19 de noviembre.
Por su parte, la coalición de centro-derecha Juntos por el Cambio (JxC) fue sacudida por conflictos internos, y su candidata, Bullrich, fue relegada al tercer lugar, excluyéndola del balotaje.
Este desenlace contradijo casi todas las previsiones preelectorales, que colocaban a Milei delante de Massa. La pregunta inevitable es cómo se gestó este cambio.
Varios factores confluyeron en este resultado. Primero, Massa llevó a cabo una campaña meticulosamente orquestada que unificó al peronismo en torno a su figura, apoyada por medidas de alivio fiscal, el Plan Platita y la fragmentación de la oposición.
Además, se registró un significativo incremento en la participación electoral, con un alza del 8 % en comparación con las PASO, en las cuales los nuevos electores se inclinaron abrumadoramente por el oficialismo. A esto se sumó una potente estrategia comunicativa centrada en infundir un sentimiento de incertidumbre y temor hacia un potencial gobierno de Milei, presentándolo como una amenaza para la estabilidad democrática y los derechos sociales.
Milei enfrenta ahora la titánica tarea de captar el apoyo del mayor número de los votantes de JxC y de quienes se oponen a una continuidad del kirchnerismo.
Aunque ha conseguido el respaldo de figuras como Bullrich y Macri, otros segmentos de JxC, como el radicalismo, se mantienen en una postura de “neutralidad”. No obstante, el electorado ha demostrado una autonomía creciente, a menudo desoyendo las directrices de las élites políticas.
En una atmósfera de crispación y polarización, los ciudadanos argentinos se encuentran en la encrucijada de optar por el “mal menor”. La tasa de participación podría inclinar la balanza y, por tanto, el resultado sigue abierto.
María Corina en Venezuela
María Corina Machado emergió victoriosa de las primarias opositoras de Venezuela y obtuvo un impresionante 92 % de los votos. El resultado se produjo a pesar de los colosales desafíos organizativos y las constantes amenazas e intimidaciones del régimen vigente. Sin embargo, a pesar de este inequívoco triunfo, Machado enfrenta un obstáculo insuperable: la inhabilitación de 15 años, impuesta de manera arbitraria por la Contraloría General, órgano subyugado al control del régimen autoritario.
Venezuela entra ahora en un período de creciente incertidumbre y tensión en el preámbulo del ciclo electoral presidencial, programado, tras recientes acuerdos entre la oposición y el gobierno en Barbados, para el segundo semestre del 2024.
Si bien el pacto representa un avance alentador hacia la democratización, persisten múltiples dudas, incluida la crucial cuestión de si revocarán las inhabilitaciones impuestas a María Corina Machado y otros prominentes líderes opositores, y la absurda investigación de la Fiscalía (también bajo control del oficialismo) por presuntas “irregularidades” en las primarias, originada por las acusaciones de “fraude” alegadas por el gobierno de Maduro.
En este escenario complejo, la presión tanto doméstica como internacional se vuelve un elemento decisivo. Es esencial intensificar estas fuerzas para asegurar la anulación de las inhabilitaciones políticas, garantizar un proceso electoral íntegro y establecer una observación internacional neutral.
Colombia: definición del poder local y referendo para Petro
Este domingo, los colombianos acudirán a las urnas para seleccionar a 1.102 alcaldes, 12.072 concejales, 32 gobernadores, 418 diputados y 6.885 ediles en las Juntas Administradoras Locales.
Más allá de la trascendental incidencia en el panorama político local, estas elecciones funcionarán como un referendo implícito sobre la gestión del primer gobierno de izquierda del país, instaurado hace poco más de un año bajo la coalición del Pacto Histórico.
Gustavo Petro, cuyo mandato comenzó de manera prometedora con la aprobación de una reforma tributaria de carácter progresista, ha visto cómo su aprobación se desplomó hasta un preocupante 60 %.
La rápida erosión de su popularidad, que hace tambalear su gobierno, responde a varios factores: una palpable inestabilidad dentro de su gabinete, un rendimiento económico que no cumple con las expectativas, inflación creciente, escándalos de corrupción, dificultades para mantener la gobernabilidad en el Congreso y una fuerte oposición a sus propuestas de reformas sociales consideradas radicales.
A esto se añade que su iniciativa principal, la Paz Total, está en un punto muerto y coincide con un crecimiento de los índices de inseguridad.
Los pronósticos sugieren que este domingo podría ser adverso para los aliados de Petro, especialmente, en las principales urbes, incluida Bogotá, donde fue alcalde del 2012 al 2015.
De cumplirse estas estimaciones, la jornada concluiría con un fortalecimiento significativo de las figuras políticas locales y acentuará las fricciones entre el gobierno nacional y las administraciones territoriales.
Este escenario no solo agravaría la posición ya frágil de Petro, sino también le complicaría aún más la gobernabilidad y pondría en riesgo la viabilidad de su ambiciosa agenda de reformas durante el resto de su administración.
@zovatto55
El autor es director regional de IDEA Internacional.