Harvey Weinstein, uno de los productores más influyentes de Hollywood, ganador de varios premios Tony y un óscar, tras decenas de denuncias por acoso y agresión sexual fue despedido por su propia empresa y expulsado de la Academia de Artes y Ciencias Cinematrográficas.
Otros famosos cayeron por similares circunstancias: el expresidente y CEO de Fox Roger Ailes, Bill O’Reily también de Fox y el actor Kevin Spacey, a quien los contratos con Netflix le fueron cancelados.
Lo inédito fue la reacción de las empresas que corrieron a desvincularse de los cuestionados, algo que en el pasado no sucedía y más bien había un silencio cómplice o un halo protector.
Ayudó que actrices como Gwyneth Paltrow, Ashley Judd y Angelina Jolie, entre muchas otras valientes, reconocieran haber sido víctimas de estas conductas; además, la inesperada reacción del llamado #METOO, invitando a víctimas a contar sus experiencias, obtuvo una respuesta en Twitter de un millón de personas en 48 horas y en Facebook, en 24 horas.
La revista Time declaró personaje del año a “The Silence Breakers”, refiriéndose a todas las que con valentía rompieron el silencio, y el diario inglés Financial Times designó a Susan Fowler persona del 2017 por ser quien denunció haber sido víctima de acoso sexual en Uber junto con la cultura cómplice de la empresa.
Este lunes en The New York Times más de 300 actrices, productoras, escritoras, incluidos varios hombres del cine lanzaron la iniciativa Time’s Up, cuyo objetivo es pasar de la denuncia a la acción.
La creación de un fondo legal de $13 millones (y siguen recaudando) para ayudar a trabajadoras de cualquier actividad que no tengan medios para acceder a la justicia reconoce que la industria cinematográfica es solo una muestra de una cultura que debe ser eliminada y que muchas mujeres no denuncian por no tener los medios económicos o por temor a perder sus empleos.
Se debe promover legislación que penalice a las empresas con culturas tolerantes, evitar los acuerdos de confidencialidad e incentivar acciones a favor de la igualdad de género, entre ellas la paridad salarial. Como símbolo de lucha, esta noche, en los Globos de Oro, las participantes vestirán de negro, afianzando la idea de que unidas podemos convertirnos en una poderosa voz de denuncia y cambio.
La autora es politóloga.