Columnistas

‘El brindis del bohemio’

Por la década del 1950, el 24 y el 25 se dedicaban a los niños y el 31, a los mayores. Pero había un poema que no podía faltar y de eso les hablaré hoy

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Allá por la década de 1950, en la Meseta Central, los últimos días de diciembre se disfrutaban así: el 24 y el 25 se dedicaban a los niños, y conforme avanzaban los días llegaba el turno de los mayores.








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