Doña Guiselly Mora se refiere a dos artículos que me publicó La Nación recientemente sobre China (“Realismo mágico chino”, 21/11/2023). Doña Guiselly sugiere que China vende “realismo mágico” y que lo ha comprado fácilmente.
En primer lugar, quisiera destacar que ni una sola de las afirmaciones y comparaciones incluidas en mis artículos, ni los datos en que basé mis afirmaciones (todos tomados del Banco Mundial) son refutados por doña Guiselly.
Quizá es difícil refutar los contenidos de mis artículos o quizá tenemos intereses diferentes. Yo no analicé los importantes temas a que se refiere doña Guiselly, primero porque no son mi fuerte y segundo porque sobre todos ellos hay realismo mágico vendido desde otras latitudes.
Todo podría ser cierto, pero en ese mundo si se tratara de comparaciones y coherencias es muy difícil tomar partido con la información de que se dispone. Por ejemplo, las noticias sobre la situación del pueblo uigur están inundadas de dudas.
¿Es cierto que China violenta los derechos humanos de un pueblo pacífico y tranquilo, o es cierto que dentro de los uigures, un pueblo musulmán, hay, como en otros pueblos musulmanes en el mundo, una minoría terrorista que está inspirada por la yihad y sus guerras santas?
Si es lo segundo, ¿por qué sería condenable que China lo ataque y persiga de la misma manera que otras potencias atacan y persiguen el terrorismo?
Sobre los préstamos y “la forma en que China hace negocios”, yo enfatizaría la forma ineficiente y a veces corrupta en que nuestro país gestiona créditos. Por ejemplo, el préstamo finlandés a la Caja Costarricense de Seguro Social (¡evidentemente!) no era chino, ni lo son los créditos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) que financian las operaciones que dieron origen al caso Cochinilla.
¿Tendríamos que referirnos a “la forma en que Finlandia hace negocios” y a “la forma en que el BCIE hace negocios”, o lo correcto sería referirse a “la forma en que a veces Costa Rica hace negocios”?
Pero más que contestar a doña Guiselly, quisiera destacar lo que me parece más importante de su artículo. Quizá los lectores no saben que doña Guiselly desempeña un papel fundamental en las decisiones sobre qué artículos se publican y no se publican en La Nación, cuánto tiempo después de recibidos se publican, dónde se colocan, su tamaño, etc.
Entiendo que doña Guiselly (junto con don Armando González) tiene todo o todo el poder para simplemente haber tomado la decisión de no publicar mis dos artículos, dado que no comparte su contenido.
Podría haber utilizado ese poder para censurar mi pensamiento y evitar que los lectores de La Nación conocieran un punto de vista sobre China diferente al suyo. Pero hizo todo lo contrario: los publicó completos, con prontitud y sin cambios más allá de pequeñas modificaciones de forma, que más bien aprecio.
Esto nos dice mucho sobre ética periodística, sobre libertad de pensamiento y sobre el valor de una prensa democrática y pluralista. Siempre he dicho que prefiero una prensa equivocada que una prensa censurada y, por ello, aunque en numerosas ocasiones sentí que en mi carrera política fui afectado por afirmaciones en algunos medios de comunicación —incluida La Nación—, nunca me pasó por la mente atacar a la prensa o denunciar por injurias y calumnias.
Una prensa fuerte e independiente, capaz de informar, delatar y alimentar el debate, es pivotal para el funcionamiento de la democracia. Una prensa debilitada, intimidada, autocensurada o complaciente ante políticos poderosos que la atacan o que amenazan sus finanzas es una prensa redundante y superflua, que lejos de ser un activo para el país se convierte en un pasivo.
Así que, doña Guiselly y La Nación, diferimos sobre China, pero felicitaciones por su respeto a las opiniones ajenas y por contribuir a que los costarricenses estén informados, tanto de los pensamientos y actuaciones de ciudadanos de a pie como de este servidor y de aquellos que ostentan poder, incluido el poder de lacerar sus finanzas.
El autor es economista.
Artículos del economista Ottón Solís sobre China
