Samir Aguilar Salazar, de 22 años, dice que el can estaba ‘hecho un puño’ y con mucho frío, ya que la corriente del río lo arrastró por dos kilómetros
Samir Aguilar Salazar, de 22 años, dice que el can estaba ‘hecho un puño’ y con mucho frío, ya que la corriente del río lo arrastró por dos kilómetros