Los niños enfundados con sus camisetas del <em>Team</em> no podían ocultar su ansiedad, no solo por conocer a sus ídolos, sino también por ingresar a la gramilla sintética del estadio Eladio Rosabal Cordero para correr detrás del balón.
Los niños enfundados con sus camisetas del <em>Team</em> no podían ocultar su ansiedad, no solo por conocer a sus ídolos, sino también por ingresar a la gramilla sintética del estadio Eladio Rosabal Cordero para correr detrás del balón.