Hay amores que, aunque matan, nada los logra detener. Son esas relaciones que arrastran a sus protagonistas a un ciclo de amargura y tristeza del cual parece que nunca van a salir.
Hay amores que, aunque matan, nada los logra detener. Son esas relaciones que arrastran a sus protagonistas a un ciclo de amargura y tristeza del cual parece que nunca van a salir.