Tras 30 años de trabajo en un pequeño taller en Alajuela, el artista canadiense le legó a Costa Rica cientos de aportes al pasar de las ideas y las maquetas de los escultores al bronce.
Tras 30 años de trabajo en un pequeño taller en Alajuela, el artista canadiense le legó a Costa Rica cientos de aportes al pasar de las ideas y las maquetas de los escultores al bronce.