San José (Redacción). La Sala Segunda determinó que fue justificado el despido de un trabajador del sector público que consumió licor durante su jornada laboral.
En la sentencia 2012-000019 los jueces consideraron que ese acto conllevó al abandono de trabajo y afectó la imagen de la compañía de forma grave.
El caso ocurrió en setiembre del 2005, cuando el hombre, que trabajaba en una institución pública, ingresó a un lugar a consumir licor.
Debido a su estado, le pidió a un compañero que condujera pero durante el trayecto chocaron. Ante esto, el funcionario público concilió con el dueño del vehículo particular y recibió dinero por los daños que tuvo el automotor.
Sin embargo, cuando dejó el auto en el parqueo institucional no reportó el incidente.
De esta manera, el ente judicial rechazó los argumentos de la persona despedida, quien alegó que afrontaba problemas emocionales, por lo que cometió errores en sus tareas.
“La sanción no le fue impuesta directamente por su problema anímico de depresión y ansiedad, que bien pudo haberlo hecho incurrir en graves errores en el ejercicio de su tarea, en cuyo caso sí hubiese estado plenamente justificado, sino que el conflicto derivó de su decisión de tomar licor durante el tiempo laboral”, indica la resolución.
Tras su separación del cargo, el hombre recurrió al Juzgado de Trabajo de Guanacaste, el cual declaró parcialmente con lugar el proceso y ordenó la reinstalación.Sin embargo, tras recibir una apelación, el Tribunal de Trabajo de Liberia, determinó que no cabía la demanda contra el Estado.El trabajador elevó el caso ante la Sala Segunda que reiteró el criterio del Tribunal de Trabajo.Los magistrados consideraron que las acciones que realizó conllevan abandono de trabajo y afectan la imagen y la de la institución.