:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/SWHTCSFU75D7NMFXRHQRVVCEZ4.jpg)
Vista de una de las salas de negociación en la COP27 dentro del plenario general Ramsés. Estaba previsto que cumbre cerrara el viernes pero conversaciones se extendieron al sábado. Fotografía: Earth Negotiations Bulletin (ENB)
Sharm el-Sheij, Egipto. Las negociaciones sobre cambio climático en la cumbre de la ONU lograron el sábado superar uno de sus temas más calientes, como fue la creación de un fondo de compensación por pérdidas y daños. La discusión amenazó, la víspera, con impedir un acuerdo final que aún está por amarrarse de manera oficial.
Compensar a países poco emisores de gases pero blanco frecuente de eventos extremos ha sido la aspiración de decenas de países del hemisferio sur durante tres décadas; esto se logró en suelo egipcio. Por desgracia, pasarán años antes de concretarse cuál será el nuevo mecanismo financiero que manejará el fondo, quiénes lo alimentarán y cuáles serán las naciones beneficiadas.
Desacuerdos iniciales de casi 200 países sobre ese tema forzaron a extender un día la COP27, que debió concluir el viernes.
Costa Rica envió representantes para apoyar la creación del fondo y ser candidato a recibir recursos.
El sábado, sin embargo, la moneda seguía en el aire en cuanto a si entrará en el documento final un compromiso contundente de reducir la emisión de gases de efecto invernadero, que se conoce como el capítulo de mitigación.
Ese punto se vincula con otro cuello de botella.
Los países industrializados y con economías más poderosas, han sido reacios a abrir sus billeteras para financiar acciones climáticas, las cuales se materializarían de incluirse en el texto un compromiso serio para eliminar todos los combustibles fósiles (petróleo y gas) y no solo el carbón. Esto no se logró el año pasado en la COP26 de Glasgow, realizada en Escocia.
Las complejas conversaciones a puerta cerrada que se prolongaron hasta las madrugadas, lograron en las últimas 72 horas, reducir el borrador de la declaración final de 20 a 10 páginas, pero el escrito aún sigue lleno de paréntesis, palabras en cursiva y verbos que generan tensión.
“Las deliberaciones no dieron como resultado una dirección clara hacia el consenso. Trabajé toda la noche para hallar un camino. Luego de escuchar varias perspectivas, yo, como presidente, hice un texto equilibrado que constituye una base para avanzar”, declaró este sábado Sameh Shoukry, ministro de Relaciones Exteriores de Egipto y presidente de la COP27.
Discordia europea
Durante la tarde de este sábado, incluso había riesgo de colapso. La Unión Europea, por ejemplo, dijo preferir no tener una declaración final antes de “un mal resultado”, según manifestaciones del vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.
El bloque europeo se opone a una idea de la presidencia egipcia que, en su opinión, haría retroceder el compromiso de casi 200 países miembros de la COP de bajar la emisión de gases. El bloque quiere que se incluya en el documento final una meta explícita para mitigarlos y, con ello, limitar el calentamiento del planeta en no más de 1,5 °C en los próximos años.
Ana Patricia Villalobos, jefa negociadora de Costa Rica en la COP27, confiaba en la obtención de acuerdo, pero reconoció la existencia de posturas opuestas entre los países en casi todo el tema de financiamiento.
“No es extraño que haya muchas horas de trabajo y dedicaremos las que sean necesarias. Aquí hablamos de temas muy vastos, cada uno con derivaciones que tienen sus propios espacios para negociar”, explicó la costarricense.
Las señales de alerta empezaron a aparecer la tarde del jueves en los plenarios de negociación Ramsés y Nefertiti, donde había confusión sobre el rumbo de la cumbre. Un delegado dijo que “parecía atascada” y otro lo comparó con tratar de correr sobre hielo.
Carlos Manuel Rodríguez, exministro de Ambiente y Energía de Costa Rica y jerarca del Fondo Mundial Ambiental (GEF, por sus siglas en inglés) había dicho el miércoles que no había sido fácil impulsar en la cumbre la implementación del Acuerdo de París debido a distintas brechas, especialmente financieras.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/WRKWBZI5BFFWXMLAG2EABVPKWM.jpg)
El jueves, grupos civiles lograron acercarse a las plenarias de negociación Ramsés y Nefertiti de la COP27 para exigirle a los delegados cerrar la conferencia con resultados concretos. Fotografía: Earth Negotiations Bulletin (ENB) (Johann Olivier)
‘Presionar y secuestrar’
Voces de activistas de la sociedad civil mantuvieron la presión sobre los negociaciones en el campo ferial de la COP27, mientras personal de servicio empezaba a desmantelar los puestos de alimentación, retirar sillas de las salas y llevarse las exhibiciones.
Zeina Khalil Hajj, del grupo 350.org, dijo que para la sociedad civil el mayor temor es que la industria de los hidrocarburos perjudique el acuerdo final, al recordar los casi 600 delegados de industrias en esa actividad presentes en la COP27.
LEA MÁS: COP27: Costa Rica sería prueba de modelo global de comercio sostenible, afirma Reino Unido
“No podemos avanzar si seguimos poniendo dinero público en la industria de los hidrocarburos. Tenemos 70 delegados de estas compañías aquí, que provienen de los Emiratos Árabes Unidos, donde será la COP28 el otro año. ¿Quién cuida esos intereses?”, expresó.
David Tong, de la organización Oil Change International, recordó que la ciencia es clara: si no se erradican los combustibles fósiles, nunca se estabilizará la temperatura de la Tierra. El activista insistió en la necesidad de que ese objetivo esté en el acuerdo.
“Hay países que están clamando por sus vidas pero hay igual delegados de la industria del petróleo tratando de presionar y secuestrar todo”, lanzó.
¿Qué es el documento final de la COP?
Se trata de un texto acordado por los países que fija objetivos y metas políticas fundamentales de la reunión. Suele reflejar prioridades de acción acordadas en común. En 2021, en la COP26, los países constituyeron el Pacto de Glasgow, que estableció metas vinculantes para eliminar gradualmente los combustibles fósiles y elevar el financiamiento para el clima.
¿Importa?
Lo mejor es verlo como un compromiso global público y útil para verificar y reclamar, el cual, como emana del foro de gobiernos, sirve para juzgar su desempeño a lo largo del tiempo. El texto adquiere importancia por sentar la señal política que emite la COP; ofrece a los países la oportunidad de enviar o no esa misma señal política en metas. A menudo da lugar a negociaciones difíciles, ya que establece objetivos económicos duraderos y esto añade complejidad a todo.
¿Quién lo elabora?
Por lo general, la presidencia de turno consulta a los países antes y durante la COP, también realiza reuniones bilaterales y con las coaliciones de países. Luego, comienza a redactar el texto con vistas a publicar algunos borradores a lo largo de la segunda semana (según se logre avance en decenas de temas discutidos), antes de acordar una versión definitiva.
¿Cuándo se emite?
Las conversaciones sobre una decisión de la COP suelen demorarse. En el caso de Glasgow, las negociaciones se prolongaron durante 24 horas, hasta el sábado por la noche.
¿Y cómo va el de este año?
Nada bien. Este es posiblemente el momento más difícil en los más de 30 años que llevan las conversaciones mundiales sobre el clima. La COP27 se celebra en el contexto de múltiples crisis: guerra, energía, alimentos, clima y los persistentes efectos económicos de la covid-19. Los impactos han sacudido a los gobiernos, desviando la atención política de lo que acordaron en Glasgow el año pasado.