El Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia realizó el primer trasplante de hígado en adultos con donador vivo en Costa Rica, este martes 11 de abril, en un procedimiento que se prolongó 19 horas y en el cual intervinieron más de 42 profesionales de la salud.
Tanto donador como receptor del hígado evolucionan satisfactoriamente. Por respeto a su privacidad y porque así lo manda la Ley de Trasplante y Donación de Órganos y Tejidos Humanos, no serán revelados mayores detalles sobre estas personas; aunque el hospital informará oportunamente sobre la evolución médica de ambos pacientes.
En Costa Rica solo se habían realizado trasplantes de hígado con donador vivo en niños. El programa pediátrico se inició en 1999 en el Hospital Nacional de Niños, con apoyo de cirujanos de la Universidad de Kyoto, en Japón. Ese hospital hizo más de medio centenar de procedimientos.
Los trasplantes de hígado en adultos hasta ahora solo se realizaban con donadores cadavéricos.
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“Estamos muy orgullosos de que un equipo tan altamente especializado realizara este procedimiento que es un hito en la Medicina de nuestro país. Esperamos seguir su desarrollo para dar otra opción a los pacientes que tienen necesidad de un órgano de este tipo”, dijo el director médico, Taciano Lemos Pires.
La cirugía se inició a las 5 a. m. del martes 11 de abril y terminó a la medianoche de ese mismo día. Según informó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), en la logística participó un equipo multidisciplinario que involucró personal de enfermería, cuidados intensivos, banco de sangre, cirugía, gastroenterología y anestesiología.
También se recurrió a profesionales en radiología, patología, farmacia, psicología, psiquiatría, trabajo social, infectología y nutrición con el soporte de transportes y la coordinación hospitalaria de donación y trasplantes, informó la CCSS.
El personal a cargo del procedimiento quirúrgico se formó en Corea del Sur, adonde viajaron a entrenarse en el Asan Medical Center.
Alta complejidad
El hígado es un órgano que tiene la capacidad de crecer o regenerarse una vez que es trasplantado, por lo que este tipo de cirugías abren una nueva puerta y representan una esperanza para quienes esperan un trasplante, destacó la CCSS.
Un donante vivo puede dar una porción de su hígado. Este órgano tiene la ventaja de poder regenerarse por completo y volver a su tamaño normal, con lo que no se afecta la salud del donante.
Según la Clínica Mayo, este tipo de trasplante también tiene ventajas para el receptor, como evitar algunas posibles complicaciones de salud mientras espera un trasplante.
Quienes reciben un trasplante de hígado de un donante vivo suelen tener menos problemas médicos después del procedimiento que aquellos pacientes que reciben un hígado de un donante fallecido.
Además, la tasa de supervivencia del hígado de un donante vivo es más prolongada.
Vanessa López Jara, médico especialista en cirugía de trasplante hepático y parte del grupo que realizó esta cirugía, explicó que en este procedimiento lograron reproducir al 100% la técnica aprendida en el hospital coreano.
López comentó que este tipo de operaciones son altamente complejas debido a que es un proceso simultáneo que se lleva a cabo en dos quirófanos: uno, en donde un equipo extrae el hígado enfermo del receptor; otro, donde otros cirujanos toman una parte del hígado del donador vivo.
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“Extraer una porción del hígado de la persona donante en este proceso se puede tardar un aproximado de ocho horas. Se deben tomar todas las previsiones para que la pieza extraída se mantenga viable y pueda luego ser colocada en el receptor. Luego de extraído el hígado del paciente receptor se prepara con mucho cuidado la cavidad para recibir el nuevo órgano”, explicó la cirujana.
El hospital espera la pronta y exitosa recuperación de ambos pacientes y promete compartir pronto buenas noticias sobre su evolución.
Colaboró la periodista Irene Rodríguez.