A pesar del levantamiento de la restricción vehicular y la flexibilización de otras medidas sanitarias anunciadas este miércoles, el estado de emergencia por la pandemia de covid-19 se mantiene en el país, pues la amenaza permanece, afirmó el presidente de la Comisión Nacional de Emergencias, Alexánder Solís.
El jerarca explicó que el estado de emergencia tiene tres fases, pero dada la complejidad de la afronta Costa Rica desde marzo de 2020, es muy difícil establecer esas diferencias. Es muy distinto a un huracán o una inundación, dijo, donde luego del evento, se ven los daños y comienza la reconstrucción.
“En este caso particular desde el primer día hemos tenido la amenaza prevaleciente y aún hoy día prevalece”, advirtió.
Recordó la existencia de criterios de la Procuraduría General de la República, según los cuales la fase de primera respuesta ante una emergencia puede prevalecer, en tanto el factor generador del riesgo, es decir, la amenaza, permanezca. Por eso, desde el punto de vista jurídico, el estado de emergencia puede mantenerse hasta por 5 años si es necesario realizar las acciones en cualquiera de las tres fases.
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“En este caso, nosotros tenemos las fases traslapadas, tanto la de primera respuesta como la de recuperación, la de rehabilitación y la de construcción. Entonces nosotros no estamos hoy en día frente a un cese del estado de emergencia, tampoco estamos levantando las alertas”, expresó.
La CNE ha sido la encargada de determinar las alertas regida por un modelo numérico de tres variables fundamentales:
1. La tasa de ataque del virus, que tiene que ver con la amenaza.
2. El índice de ocupación hospitalaria,y
3. El índice de positividad
“Esos tres factores se juntan para poder establecer las alertas, entonces lo que se está modificando en este momento en función del comportamiento son las medidas de mitigación, porque hay un elemento que hay que agregar, qué es el tema de severidad”, expresó.
Al volver al ejemplo del huracán, señaló que cuando los vientos pasan y la lluvia disminuye paulatinamente, quedan los ríos crecidos, por lo que todavía hay un riesgo remanente. Entonces, algunas medidas y las acciones de recuperación para volver a la normalidad pueden prevalecer bajo la figura del estado de emergencia.
“Eso significa que si hay un repunte, vuelvo a usar el ejemplo de la inundación, se había una represa allá arriba en la montaña que no vimos y se rompió y viene una nueva cabeza de agua y vuelve a inundar esa comunidad los mecanismos están ahí para rápidamente volver a actuar y en este caso lo estamos haciendo”, expresó.
Según Solís trabajan en una respuesta para poder enfrentar cualquier cambio, como la aparición de una nueva variante, pero también, considerando el cambio de gobierno de mayo próximo. De esta forma, dijo, si las nuevas autoridades tienen que activar medidas o alertas, el camino estará preparado.
Además, es alistar la transición para cuando covid-19 deje de ser una epidemia para ser una endemia, es decir, una enfermedad que se quedará en el país.