San Carlos. Durante 44 años, los habitantes de esta región al norte del país han esperado con estoica paciencia la carretera que comunicará a Sifón de San Ramón con La Abundancia de San Carlos.
Desde entonces, nunca antes habían estado tan cerca de ver el sueño convertido en realidad.
La obra tiene un avance del 60% –según la estimación de la presidenta Laura Chinchilla para enero del 2014– y la salida norte fue adjudicada a la firma española APCA Ceinsa-Tragsatec.
Aunque el proyecto de 29,7 kilómetros está previsto para finalizarse en el segundo semestre del 2015, su estado actual ha encendido las alarmas de los lugareños.
La construcción muestra un importante deterioro en algunos tramos. Por ejemplo, entre Anateri de Zarcero y el puente sobre el río Tapezco, la superficie de rodamiento tiene grietas de más de un metro de largo y huecos de al menos 40 centímetros de profundidad.
Pese a que la empresa Sánchez Carvajal, ejecutora de la obra, ha cubierto con material lo que los lugareños llaman “rajaduras”, estas vuelven a aparecer, tal y como La Nación constató el Miércoles Santo en presencia del abogado Ricaute Jiménez, miembro de una comisión vecinal fiscalizadora.
Jiménez dijo que los ingenieros de Sánchez Carvajal deben explicar el origen de tales deficiencias y más concretamente si están relacionadas con una falla geológica existente en la zona.
Taludes debilitados. En los tramos recorridos se observan varios taludes desplomados mientras que en otros sectores hubo necesidad de levantar muros de gaviones para frenar los deslizamientos a orillas de la futura vía.
El desmoronamiento de las pendientes arrasó muchas cunetas colocadas para recoger las aguas de las fincas y canalizarlas.
Ejemplos de esto se encuentran en las secciones entre Buena Vista y La Abundancia de San Carlos, así como en Volio y Sifón de San Ramón. También existe el riesgo del desprendimiento de rocas.
Joaquín Rojas, finquero establecido en Zarcero, dijo que le preocupan los cuestionamientos que se le hacen a la construcción del puente sobre el río Barranca (de 320 metros de largo).
En el piso de rodamiento de dicho paso hay una especie de parches y debajo de una delgada capa de concreto que se quebró ya asoman tablas de madera.
“¿Cuál es la función de esas tablas? ¿Eso técnicamente es normal?”, se preguntó el abogado Jiménez. Además, la construcción de algunos puentes está atrasada.
Los vecinos se refieren a los futuros viaductos sobre la quebrada Laguna –que ha sido desarmado varias veces–, sobre el río Espino, en cuyas cercanías se detectó una falla geológica; y el puente sobre el río La Vieja, en la ruta hacia Buena Vista de San Carlos.
Este medio intentó contactar a funcionarios de la empresa constructora Sánchez Carvajal, pero mediante su vocera de prensa, Yesennia Garita, informaron de que no darían declaraciones.
Escombreras. Los sitios donde se deposita el material excavado –conocidos como escombreras– también son objeto de cuestionamientos por cuanto algunos se ubican junto a pendientes por las que discurren aguas pluviales que drenan hacia ríos de la zona.
El ministro de Transportes, Pedro Castro, aseguró no saber nada acerca de los problemas en la carretera, pero adelantó que antes de recibir la obra, corresponderá al próximo gobierno inspeccionarla antes de recibirla.
“Si hay alguna falla, la empresa tendrá que repararla”, sentenció.
Los habitantes de Anateri solicitaron a la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) informar si todo el material excavado se está depositando en las escombreras autorizadas para tal efecto.
La Gerencia de Construcción de Puentes y Vías del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) aseguró que las fallas obedecen a procesos naturales propios de las zonas montañosas y húmedas del país. “Aunque previo a la construcción de la obra se realizan estudios de estabilidad, hay zonas puntuales con características menos favorables, lo que se refleja con derrumbes o grietas en el terreno.
”Sin embargo. esto es normal en zonas localizadas y no es la generalidad en el proyecto. Además, en la etapa actual constructiva, en algunos puntos, no se ha colocado aún un tratamiento para amarrar esa tierra suelta”, se explicó.
La dependencia agregó que a cada caso particular corresponderá buscarle soluciones.
“Este proyecto es una obra en construcción; aún no está abierta al tránsito. Será abierta hasta su finalización. De momento es inútil gastar tiempo y recursos para remover cada pequeño derrumbe”, señaló la oficina en un correo.
Esa dirección informó de que los trabajos contratados están a un 91,5%, sin tomar en cuenta las obras adicionales requeridas.
“De los nueve puentes necesarios, se han finalizado seis y los otros tres están en un 50% de avance. Al ser un proyecto de 30 kilómetros de longitud, existen partes en las que no se observan siempre trabajos. Sin embargo, no significa que las obras estén paralizadas”, agregaron. En abril, la Contraloría General de la República denegó el refrendo a las adenda para continuar la construcción de la carretera por un monto extra de $43 millones al considerar que el Conavi carece del presupuesto “necesario y disponible” para terminar la obra. Colaboraron los periodistas Patricia Recio y Luis Miguel Herrera