Un mes después de ser detenido por autoridades nicaragüenses, el costarricense Daniel Gil Trejos tuvo este viernes acceso a su propio representante legal en un juzgado de Managua, además de alimentos externos y medicinas por parte del Consulado de Costa Rica en esa capital.
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Los beneficios fueron otorgado a Gil un día después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio a Nicaragua siete días de plazo para dar su versión sobre las condiciones de encarcelamiento del costarricense, consideradas "deplorables" por la Cancillería de Costa Rica.
Se cumplió hoy un mes desde que el empresario puso pies en Nicaragua y fue detenido de inmediato, con base en una alerta de la Policía Internacional (Interpol), pues la policía de México lo investiga por un presunto fraude comercial.
Gil ha permanecido casi incomunicado, sin acceso a abogado propio ni asistencia consular, recluido en un calabozo oscuro de la cárcel El Chipote, con poca ventilación y vestido apenas con ropa interior. Tiene una notable pérdida de peso y signos de deshidratación, según los reportes del vicecónsul tico Álvaro Herrera.
El encarcelamiento de Gil se ha convertido en tema de un enérgico reclamo del canciller de Costa Rica, Manuel González, al embajador nicaragüense, Harold Rivas, por la falta de respuestas de las autoridades de ese país en el caso del tico, espodo de Marce Chacón, viceministra de Seguridad y de Gobernación.
La Cancillería también decidió apoyar una solicitud de medidas cautelares que Chacón planteó ante la CIDH con el apoyo de la Defensoría de los Habitantes y del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL). "Nos mantenemos a la espera de que se le presente ante un juez, se le permita el contacto con sus familiares y sea examinado por un médico de confianza que certifique su estado de salud", dice un comunicado de la CEJIL.