Rodolfo Piza, candidato presidencial del PUSC, afirma que el país debe enfocarse en contener el crecimiento del gasto público, antes que hablar de paquetes fiscales en los que, de por sí, él no cree. Según el abogado de 55 años, el país sí necesita un rediseño estatal, pero sin liderazgo es como tener un Ferrari sin un piloto adecuado.
¿La reforma del Estado es su tema de campaña?
No, pero sin reforma del Estado no se pueden hacer las cosas que se quiere. Ese es el instrumento, no la meta.
”La meta es: uno, pobreza y desempleo; dos, el rescate de la Caja Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS); tres, el equilibrio fiscal; cuatro, infraestructura y energía; cinco, renovar la educación.
”Es verdad que hay que ajustar el diseño institucional, pero también falta otro ingrediente: el liderazgo, que supone carácter, convicción y visión. Si eso falta, el mejor diseño no funciona. Usted puede tener un Ferrari, pero si el piloto no sabe para dónde va, no lo va a llevar a ningún lado”.
¿Cree que el tamaño del Estado es el adecuado en este momento?
No es tan fundamental el tamaño. El gasto público es excesivo, pero, sobre todo, por la composición del gasto. Hay más gasto ordinario del que debería y hay menos inversión pública e investigación.
¿Dónde cortaría usted?
Más que cortar, hay que contener el crecimiento del gasto. Esa tarea no se ha hecho. En años anteriores, no solo no se hizo, sino que se echó gasolina a la hoguera aumentando el empleo público muy por encima de las capacidades del Estado. El caso más paradigmático fue la locura de las 11.000 plazas de la CCSS en cuatro años, insostenible. No creo en las terapias de shock.
¿Qué quiere decir con eso?
No creo en la terapia de que entre el Gobierno y corta plazas. El proceso va a durar cuatro años, para encontrar más equilibrio fiscal, pero sí se puede contener el gasto.
¿Dónde?
No crecimiento de las plazas en más del 1% anual. Contener el tema de los beneficios, respetando los derechos adquiridos. Me parece razonable que no suban los gastos del personal. Por un tiempo, no habrá recalificaciones. En el tema de las plazas vacantes, ser muy estrictos.
”La sociedad, con justa razón, pide muestras de contención del gasto y después podemos revisar alguna ley impositiva, pero esa fórmula de primero los impuestos y después ver cómo contengo el gasto no dio resultados en el pasado”.
¿Cree que algún sector no está pagando impuestos?
Hay que limitar sustantivamente las exoneraciones. No se trata de aumentar las tasas, pero sí de revisar dónde existen exoneraciones que no se justifican.
¿Las tiene identificadas?
Es que hay muchas. Con un sistema muy alambicado, se pierde mucha transparencia y se pierde mucha capacidad para saber qué es lo que tengo que pagar, se complica mucho. Dicho sea de paso, yo no creo en los paquetes fiscales. Eso no quiere decir que no se deba discutir ley por ley, específicamente. Porque, cuando usted tiene un paquete, en ese maremágnum, usted no tiene capacidad de discutir de verdad la bondad o la no bondad.
¿Preferiría una discusión indivualizada?
Una discusión individualizada de proyecto por proyecto. Tenemos 11 años, casi 12, de andar intentando fórmulas de un gran paquete que va a resolver todos los problemas, y las sociedades, en general, están más dispuestas a ir discutiendo punto por punto, que tratar de hacer reformas integrales que nunca terminan siendo integrales, y de todas maneras son inviables. Empezar por ahí es exactamente por donde no se debe empezar: proponer nuevamente fórmulas para cobrar sobre la educación, sobre la salud o sobre la canasta básica.
¿Quiénes le hablaron sobre la posibilidad de una precandidatura? O, ¿era su proyecto de vida?
Bueno no, no es mi proyecto de vida. Yo, consciente o inconscientemente, me he preparado para ser presidente, desde niño. No me he dedicado mucho a la política, pero sí he estado intensamente en algunos momentos. Yo entro a la política más por un concepto de deber que por un concepto de gusto, un deber más parecido al destino en la mitología griega. Con dificultad, acepté cuando me llamaron varias personas. Estaba pensando en seguir en la carrera de magistrado.
¿Es algo predeterminado?
Yo supongo que sí. Y en el 2014, cuando ya ni siquiera pensaba que estaría en esto. Por algunas razones, ese destino siempre me ha obligado a entrar tarde y a entrar sin plata, pero no me arrugo.
Después de su paso por la CCSS, estalla el escándalo de Fischel. ¿Cómo evitar que pase de nuevo si usted fuera presidente?
En el futuro tendré que ser... A partir de ese fenómeno, sospecho un poco más de las intenciones. No quiero llegar al otro extremo, a pensar que detrás de todo puede haber algún interés espurio.
¿Qué solución daría a los reclamos de personas que buscan la unión entre el mismo sexto?
Una ley de derechos, que no se necesita ni se debe ajustar el Código de Familia.
¿Es posible hacer alguna de estas cosas sin antes haber modificado las reglas con las que funciona la Asamblea Legislativa?
Sí, sí es posible avanzar. Obviamente, creo que se necesita pasar a un modelo más parlamentario, que nos permita operar tanto bajo bipartidismo como multipartidismo. Lo más probable es que Costa Rica siga siendo multipartidista y el sistema tiene que ser capaz de operar bajo cualquiera de esas circunstancias.
El informe de notables (del que Piza fue parte) al final quedó en nada. ¿Qué hubiera hecho usted si hubiese sido el presidente?
Impulsarlo mucho más, porque tengo la convicción de que es fundamental. Las reformas importantes no pasan de la noche a la mañana, pero era fundamental ponerlas sobre el tapete. Yo espero, en los próximos años, siendo presidente, impulsar esas reformas, desde el inicio. Las reformas más importantes tienen que ver con la administración pública, con eliminar trámites, con acercar la administración a los ciudadanos.
¿Cómo atacaría la corrupción?
Le hemos apostado a un tema de punidad, y es importante que no haya impunidad, pero fundamentalmente atacar mucho más las causas. Una causa esencial es la excesiva discrecionalidad en la asignación de bienes, beneficios o servicios públicos. Así como la decisión debe ser discrecional, la decisión de llevar adelante una propuesta, un nuevo programa, ahí hay una discrecionalidad política que es esencial, pero la ejecución, la asignación debe ser reglada para evitar la discrecionalidad.
Además, que cualquiera pueda impugnar la violación a la igualdad en la asignación de bienes, servicios o beneficios públicos.
¿No ha habido ese liderazgo en estos cuatro años?
Bueno, yo creo que hace falta mucho mayor liderazgo.
¿Qué significa la figura de su padre (Rodolfo Piza Escalante)?
Es la principal fuente de inspiración, no solo en lo político, sino también en lo personal. Yo quisiera tener la capacidad de calzar los zapatos de mi padre.