Breve y con firma muy tica: así fue el acto cultural que unió poesía y música en el traspaso de poderes.
La participación artística que acompañó la investidura oficial de Luis Guillermo Solís como presidente de la República fue sobria y contó con un repertorio exclusivamente costarricense.
La Banda Municipal de San José acompañó la llegada de los primeros invitados oficiales al acto con marchas de Roberto Cantillano.
Después del inicio de la ceremonia, a las 11:30 a. m., el Coro de Poesía del Conservatorio Castella ofreció dos declamaciones musicalizadas de versos del turrialbeño Jorge Debravo. Los jóvenes interpretaron los poemas Nocturno sin patria y Nosotros los hombres , entre los más conocidos de Debravo.
En una sencilla tarima negra y con camisas blancas, ofrecieron una intensa lectura de los versos de uno de los poetas más destacados del país.
Tras ello, se continuó con una breve interpretación de la Orquesta Sinfónica Manuel María Gutiérrez, del Sistema Nacional de Educación Musical (Sinem) y dirigida por Miguel Peña.
Según la agenda, la orquesta debía interpretar dos marchas de Roberto Cantillano y un popurrí folclórico, Tambititicos , pero solo tocó la célebre composición Soy tico , de Carlos Guzmán. Además, estuvo a cargo de la interpretación del Himno Nacional .
La orquesta está conformada por 140 músicos del Sinem, procedentes de 32 comunidades y con edades de 14 a 22 años. Según Peña, para muchos de ellos era la primera visita al Estadio Nacional.
Justo antes del inicio del acto, los jóvenes se motivaban para mostrar su talento. Katherine Gómez, desamparadeña de 20 años, dijo: “Siempre lista para representar al país de la mejor manera”.
Retomaron el mosaico tradicional de Tambititicos al final del acto, mientras el presidente Solís caminaba por la pista del Estadio Nacional saludando a los presentes.