El ministro de Hacienda, Elian Villegas, no se guardó calificativos al cuestionar al Banco Nacional (BN) por la compra de ¢131.500 millones en tres créditos al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), cuando en abril se negó a hacer un aporte solidario de ¢8.334 millones al Gobierno para pagar la deuda pública con la excusa de que ello drenaría la concesión de préstamos locales.
La transacción realizada el 28 de diciembre con el BCIE “es una inmoralidad” y “demuestra una falta de sensibilidad social de la administración del Banco Nacional” con los problemas que enfrenta el país en medio de la pandemia, reclamó Villegas. Él considera que ese dinero debió “prestárselo a los costarricenses que hoy lo están necesitando, a empresas que pueden generar empleo. No tiene por qué ir a hacer esas operaciones con el BCIE, que no le van a traer ningún aspecto positivo a la economía nacional, ni a la generación de empleo ni a las empresas costarricenses”.
Puso como ejemplo que con esos ¢131.500 millones se habrían podido conceder 26.711 créditos a pequeñas y medianas empresas, o 4.452 créditos de vivienda. Por ello, declaró que es necesario que el BN revierta la compra pues es “una operación que tiene cero connotaciones sociales, que no tiene la más mínima importancia para la inmensa mayoría de los costarricenses y jamás debió ser realizada”.
Villegas recordó que, el año pasado, el Nacional se opuso a dar el aporte solidario que el Gobierno les pidió a las empresas públicas, en un proyecto de ley que forma parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para equilibrar las finanzas públicas. En ese momento, el gerente general, Bernardo Alfaro, adujo que trasladar ¢8.334 millones a Hacienda afectaría la capacidad para dar crédito a los costarricenses.
Alfaro, de hecho, dio números de la afectación que tendría ese aporte: impediría dar 15.000 créditos a pequeñas y medianas empresas, o bien, 2.500 créditos de vivienda, según indica el criterio GG-193-21 que emitió en abril. Agregó que, en consecuencia, tendría una afectación de ¢73.881 millones por préstamos no colocados, durante los cuatro años del periodo de aporte solidario.
“Sabemos –argumentó en ese momento el gerente del BN a los legisladores– que el aporte adicional propuesto provoca un golpe a la reactivación económica tan urgente en este momento. Estimamos que la contribución adicional, contenida en este proyecto de ley, contribuye a debilitar la fuente de recursos para el capital de los bancos comerciales del Estado y, por ende, su suficiencia patrimonial. Como efecto de esa merma, reiteramos, no se podría incrementar la colocación de crédito, empeorando la ya complicada coyuntura económica que vive el país”.
Al conocer la compra de los tres créditos del BCIE, Elian Villegas criticó que se trata de una operación financiera un 60% más grande de lo que, supuestamente, provocaría el aporte solidario para el ajuste fiscal. “En el ámbito en que nos encontramos, en medio de una pandemia, con necesidades de crédito del país, es una inmoralidad lo que ha hecho el BN. Tiene la Junta Directiva que pedirle cuentas a la administración, le solicito como costarricense y como ministro de Hacienda que lleven adelante las gestiones necesarias para revertir esa operación”, afirmó el titular hacendario.
“Con esa operación que realizó con el BCIE (¢131.500 millones), si hubiera hecho esas colocaciones internamente y, de conformidad con los mismos parámetros que el Banco Nacional ha utilizado, podría colocar 26.711 créditos a pequeñas y medianas empresas, o bien, 4.452 créditos de vivienda; pero en lugar de hacer eso, que es el trabajo del Banco Nacional, decide negociar con el BCIE y comprarle esa cartera”, alegó el ministro.
Para Villegas, comprar los créditos a un banco regional, en vez de colocar el dinero en financiamiento para los usuarios locales, “demuestra una falta de sensibilidad social de la administración del Banco Nacional”.
Los créditos comprados por el BN al Banco Centroamericano se dividen así: $42 millones de un crédito otorgado al Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), $117 millones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y $46 millones de las mutuales.
Villegas aseguró que él entiende, en términos financieros, que el BN pretenda mostrar en sus números que ha prestado más dinero, al engrosar su cartera con esos tres créditos, además de diluir la mora, por tratarse de clientes de ese nivel.
Pide revertir compra
En criterio de Elian Villegas, la Junta Directiva del Banco Nacional tiene que pedirle cuentas a la administración. Agregó que él solicitará revertir la operación con el BCIE y “poner al servicio de las empresas y de los costarricenses esos ¢131.500 millones.
“No es justo para los costarricenses, que día a día reclaman falta de crédito, que el principal banco costarricense, 100% público, que se debe a los costarricenses, en vez de darles crédito, de ver cómo favorece a sus socios, todos los costarricenses, haga una operación que tiene cero connotaciones sociales”.
BN señala desconocimiento
Al conocer la posición del ministro Villegas, el Banco Nacional declinó referirse en detalle al caso de la compra de la cartera crediticia al BCIE. No obstante, alegó que se trata de “crédito que dinamiza y promueve la actividad económica y el desarrollo social en el país”.
“Comparar una operación crediticia con entregar una mayor cantidad de las utilidades del Banco revela un desconocimiento total de la actividad bancaria, pues el crédito propicia la generación de negocios y fortalece el patrimonio del BN, mientras que la entrega de utilidades atenta contra ello”, respondió la Dirección de Relaciones Institucionales.
Añadió que la entidad tiene una “responsabilidad con el país y su desarrollo, mediante el otorgamiento de crédito, pero también un manejo adecuado y responsable de los recursos que las personas y las familias nos han confiado”.
“En esa línea, el BN está dispuesto tanto a apoyar proyectos otorgándoles crédito de forma directa como a participar con nuestros socios estratégicos para financiarlos de manera conjunta”, expresó el comunicado del banco.
En cuanto al aporte solidario, la entidad bancaria reiteró “con total firmeza” su oposición al proyecto de ley, porque “existen las suficientes razones técnicas” para sostener que esa contribución “atentaría contra la capitalización y el patrimonio del BN”.
El aporte es el 30% de la utilidad disponible, después del pago de impuestos y cualquier otra carga fiscal o para fiscal, anualmente por los próximos cuatro años.
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En la respuesta, el BN agregó que ese proyecto atenta contra la capacidad de seguir creciendo en el otorgamiento de crédito y contribuyendo a la reactivación económica del país.