El presidente Luis Guillermo Solís quiso dejar claras ayer tres ideas sobre el polémico proyecto de LeyGeneral de Radiodifusión: es “solo un documento” que él no conocía, no comparte sus planteamientos y su confección corresponde a una forma de hacer política más abierta que en el pasado.
Por eso, el mandatario libró de responsabilidades a los jerarcas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) y calificó como una “confusión” la polémica posterior a la publicación del “documento” que evitó llamar “proyecto”. Este propone sanciones drásticas a medios si el Gobierno cree que se falta a la verdad o a las buenas costumbres.
Eso ocurre, explicó, por recurrir a una manera más abierta de hacer política, lo cual incluye elaborar documentos cuyo contenido no siempre comparte. Esos textos se consultan con sectores, expertos y ciudadanía y solo después de un visto bueno de la Presidencia, se podrían tomar como una posición oficial, dijo ayer a los periodistas. Así se hizo también con propuestas de reforma a leyes fiscales.
Esto, admitió Solís, podría provocar problemas que se deberían minimizar en el futuro, pues no está dispuesto a cambiar, aunque le traiga problemas. “Estoy dispuesto a pagar el precio político que deba pagar para que el proceso funcione, pero no estoy dispuesto a pagar el precio político de hacer tonterías o generar daños a la institucionalidad”, dijo en una improvisada rueda de prensa.
Para ese momento ya había dicho que, aunque conviene modernizar el marco legal de radio y TV, y a pesar de su inconformidad sobre cómo se informa sobre su gobierno, no tiene intención de socavar la libertad de prensa, pues sería “un error fatal”.
Añadió que para la nueva ley sobre radio y televisión, que implicará tocar temas sensibles para las emisoras, pedirá ayuda a la Organización de Estados Americanos (OEA).
“En lo que toda a la administración Solís Rivera, le garantizo que nadie está por buscar un marco legal que socave la libertad de expresión o de prensa. No puedo garantizar lo que piensen técnicos u otras personas. Saben que yo he tenido reservas en la forma como han cubierto la labor del Gobierno desde los medios, pero eso en nada significa que se quiera hostigar a los medios de comunicación, como se ha dicho”, añadió ante micrófonos y cámaras y celulares de periodistas.
El mandatario sí defendió su derecho a plantear un “debate” sobre el trabajo de los medios de comunicación, como le llamó a las críticas expresadas contra los abordajes que dan los medios al desempeño gubernamental.