Mientras uno dedica muchas horas a escribir cuentos y novelas, otro alterna sus actividades privadas en el país con frecuentes viajes a El Salvador para impartir lecciones en una universidad de esa nación.
Tales labores no permitirían identificar fácilmente a quienes meses atrás estuvieron imbuidos en el torbellino de la función gubernamental. Enrique Castillo Barrantes y Carlos Manuel Castillo Morales son solo dos de los seis jerarcas del Gabinete instaurado por el presidente José María Figueres hace 14 meses, que optaron por "tirar la toalla" de la función gubernamental para retornar al apacible anonimato de sus actividades privadas.
Atrás quedó el trajín público, las rencillas gubernamentales, los rumores de renuncia y todo lo demás. Junto a ellos, Elías Soley, Calixto Chaves, Carlos Espinach y Luis Diego Escalante engrosan, hasta el momento, la lista de funcionarios de alto nivel que, por circunstancias diversas, han optado por marginarse de la actividad pública.
Hoy, semanas o meses después de su retiro, líderes oficialistas y opositores coinciden en manifestar que el actual equipo de Gobierno es más compacto que el que acompañó al presidente José María Figueres en su arranque presidencial; también comparten la tesis de que ahora existe mayor visión de conjunto en el diseño y ejecución de políticas gubernamentales.
Y es que el retiro de algunos de estos funcionarios -como Soley, Espinach, Carlos Manuel Castillo y Enrique Castillo-, estuvo precedido de una andanada de pugnas internas y comentarios en corrillos que desembocaron en abruptas y conflictivas salidas de sus cargos.
Tras la tempestad...
La solidez del gabinete de Figueres fue cuestionada desde su asunción al poder. El esquema inicial de división del Gobierno en cinco grandes áreas, lideradas por igual número de coordinadores, arrojó de inmediato un cúmulo de dudas, especialmente en la oposición, sobre la viabilidad de este sistema.
Pero la liebre saltaría primero por otro paraje. Exactamente cinco meses después de la toma de posesión, Calixto Chaves, asesor presidencial en asuntos económicos -con rango de ministro sin cartera- hizo pública su renuncia sin dejar en claro los motivos, aunque el hecho coincidió con la revelación de la morosidad de un crédito suyo por seis millones de dólares con el clausurado Banco Anglo Costarricense.
Actualmente, Chaves mantiene un retiro total de la función pública y sigue al frente de la Corporación PIPASA. Inclusive se ha marginado totalmente de las actividades del Partido Liberación Nacional.
Tras la salida del político-empresario, las fisuras no tardarían en concretarse. Las voces, que en privado confirmaban la bifurcación del equipo gubernamental en dos sectores claramente definidos y contrapuestos, no hicieron más que presagiar la posterior salida del ruedo político -en marzo de este año- de Soley, Castillo Morales y Espinach.
El caso de los dos primeros estuvo salpicado de resquemores por cuando uno aseguró no estar siquiera informado de su despido, mientras que el otro fustigó el accionar de varios integrantes del equipo de Gobierno.
Lejos ya de la palestra política, Soley se dedica ahora exclusivamente a ejercer su profesión de abogado en la oficina que posee en San Pedro, según lo confirmó su secretaria personal.
Castillo, por su parte, retornó a sus labores de analista en la firma Consultores Económicos y Financieros (CEFSA), la cual combina con reiterados viajes a San Salvador para impartir lecciones en la Universidad José Matías Delgado. También atiende cursos en la Universidad de Costa Rica.
El caso del titular de Justicia, Enrique Castillo, es historia aparte. Semanas antes de su salida, circularon versiones que daban cuenta de su traslado a la embajada costarricense en la OEA, para sustituir a Danilo Jiménez Veiga, quien asumiría supuestamente el Ministerio de la Presidencia.
Sin embargo, Castillo Barrantes alegó, en su carta de renuncia al mandatario, que prefería dejarle un amplio margen de maniobra en el plan de reforma estatal acordado el 12 de junio último, en un cita entre las cúpulas del oficialismo y la oposición.
Desde su oficina en el bufete Facio y Cañas, del cual es socio, el exministro aseguró que está abocado a sus antiguas funciones de abogado penalista y especialista en turismo, al tiempo que trabaja en la preparación de una novela y otros libros.
A Escalante y Espinach no fue posible localizarlos. Empero, el primero, exasesor presidencial en negociaciones comerciales, mantiene actualmente una estrecha vinculación con el sector cafetero a través del Instituto del Café de Costa Rica.
Nueva faz
Consumada ya la salida de estos seis funcionarios, y con algunos cambios en otras carteras como Agricultura, reforma del Estado y Trabajo, el equipo de Gobierno parece mostrar un nuevo semblante.
La misma oposición socialcristiana, aunque estima que el grupo mantiene la misma tónica, reconoce que los cambios implementados le han permitido al presidente Figueres asumir un mayor liderazgo que le ha facilitado tomar algunas decisiones importantes.
No obstante, algunos dirigentes como el jefe de fracción parlamentaria, Bernal Aragón, aseguraron que si el mandatario desea profundizar en el plan de modernización estatal, será inevitable que se produzcan nuevas bajas.
En el oficialismo, sus jerarcas hacen un mea culpa al reconocer que no existía meses atrás un criterio unánime sobre las medidas que debía adoptar el Poder Ejecutivo, pero aseguraron que ello no ha incidido en el desempeño del Gobierno.
Así las cosas, las permutas en la cúpula del Poder Ejecutivo parecen corresponder al proceso natural de acomodo que enfrentan muchas administraciones en sus albores, y su preservación futura como un cuerpo monolítico podría estar sujeta a la coincidencia de velocidad que logren sus miembros en el proceso de reforma estatal.
Ajedrez oficial
Los siguientes son los principales movimientos que ha experimientado el equipo de Gobierno del presidente José María Figueres desde su toma de posesión, en mayo de 1994:
7 de octubre de 1994: Calixto Chaves, asesor en asuntos económicos con rango de ministro, abandona el Gobierno tras revelarse la existencia de un crédito moroso con el Banco Anglo por 6 millones de dólares. 1de julio: Carlos Roverssi deja su cargo como viceministro de Trabajo luego de revelarse profundas discrepancias con su superior, Farid Ayales. Ahora funge como asesor del Ministerio de Información.27 de octubre: Dimite el asesor en negociaciones comerciales, Luis Diego Escalante, quien alega motivos personales. 7 de marzo de 1995: Salen del Gobierno, Elías Soley, Carlos Manuel Castillo y Carlos Espinach, luego de una extensa y enconada pugna en el equipo de la administración. 7 de abril: Mario Carvajal pasa de la cartera de Agricultura a la de reforma del Estado. Lo sustituye Roberto Solórzano, del Ministerio de Desarrollo Rural, el cual desaparece. 12 de junio: Se anuncia un vasto plan de reforma estatal que fundirá los ministerios de Economía con Ciencia y Tecnología y de Seguridad con Gobernación. Aún se desconocen los cargos que ocuparán los ministros Maureen Clarke y Roberto Dobles, titulares de Gobernación y Ciencia y Tecnología, respectivamente. 19 de junio: Renuncia el ministro de Justicia, Enrique Castillo, con el argumento de que pretende dar un buen margen de maniobra al Presidente para ejecutar la reforma estatal.