Hacia el final de la campaña electoral, con plena conciencia de que se estaba separando del criterio de muchos copartidarios, Karla Prendas decidió darle su apoyo a Carlos Alvarado Quesada, candidato presidencial del PAC. Pasada la elección, la jefa de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN) sostiene su criterio, y asegura que las primeras acciones que emprendió Alvarado son acertadas.
En opinión de Prendas, los cambios que atraviesa la política nacional demandan que los nuevos gobernantes se reconcilien con las fuerzas políticas de oposición, y cree que el llamado de Alvarado a conformar un gobierno nacional cumple con ese requerimiento, al punto de mantener la puerta abierta a la posibilidad de participar en él.
La diputada es crítica de su propio partido, el cual, considera, debe apurarse a resolver divisiones internas, "tibieza" de posiciones y una resistencia al cambio, para poder hacerle frente a los retos que se avecinan.
¿Cuál es su opinión sobre el acuerdo tomado por el Directorio Político de su partido ante la oferta de don Carlos Alvarado de participar en el gobierno nacional?
Naturalmente, yo no habría esperado como respuesta que no contribuyeramos en temas importantes en la Asamblea Legislativa. Eso es imposible de decir por parte de Liberación. Nosotros somos un partido político de raíz socialdemócrata, en donde el principio fundamental es el país. Vivimos mucha frustración cuando fuimos gobierno y no se entendía eso, entonces nosotros nunca podríamos decir que no vamos a contribuir en los temas país.
"Por otra parte, está claro que la forma de hacer política en el mundo cambió, y Costa Rica, no es la excepción. A partir de ahora hay que entender que la oposición y la no oposición deben de juntarse y fiscalizar que se cumplan los objetivos país. Creo que eso Liberación debe tenerlo clarísimo, porque además, quien no lo entienda, simplemente se extinguirá.
"Hubo un tema complejo: si se daban nombres o no (para participar del gabinete), y el Directorio tomó la decisión de no presentar ternas. (...) Nosotros tenemos, en este momento, discusiones internas fuertes, sobre todo de ideas, de direcciones, de decisiones. Hay que resolverlo".
Aparte de estas complejidades que usted señala en el PLN, en lo personal ¿qué le parece la propuesta de don Carlos, de llamar personas de diferentes partidos?
Yo creo que ese es el ideal, por supuesto, a mí me parece que el presidente electo lo está haciendo de la manera correcta. Además, es por sentido común, para poder gobernar estos cuatro años el presidente tendrá que lograr concretar, sumar gente a su equipo de gobierno de diferentes colores políticos, de diferentes grupos de sociedad civil. Tiene que ser gente que él considere la mejor para poder cumplirle al país.
¿Usted se ve participando en este gobierno?
Primero, reitero que esa es la forma de trabajar que aplicará de ahora en adelante (consenso entre partidos). Ya en la Asamblea lo viví, por eso estoy clarísima que es así. Ahora, si el presidente decide llamarme, que eso todavía no ha ocurrido, pues evidentemente sería un honor para mí. .
En la recta final de la campaña, usted hizo pública su intención de voto, incluso se reunió con doña Epsy Campbell. ¿Cómo fueron esos días? ¿Trabajó en la campaña, coordinó con su dirigencia en Puntarenas?
Yo estuve trabajando muy, muy fuerte, como siempre lo he hecho, para que Liberación ganara. La única opción que veía era que pasáramos a una segunda ronda. Nos llevamos una sorpresa cuando no ocurrió. No fue fácil aceptar que, por primera vez en las elecciones nacionales, Liberación estaba fuera".
"Entonces, comienzo pensar qué hacer con mi voto, y cada día me alejaba más de la propuesta de don Fabricio (...) porque no era afín a mis principios socialdemócratas. Y distaba mucho de las luchas por la que había entrado en política, dentro de Liberación Nacional.
"Yo tomé la decisión basada en que había luchas trascendentales que no podían retroceder, y que hoy eso lo representa el PAC, por medio de Carlos Alvarado. (...) Uno a veces no coincide con la mayoría de ideas de un partido, pero eso no es problema. Porque en un partido hay diferencias de criterio y más bien creo que la reflexión con Liberación Nacional ahora es de replanteamiento de ideas, de identidades de personas, como dentro de una ideología, y cuáles son nuestras luchas como socialdemócratas en el nuevo siglo XXI.
¿Por qué cree que los votantes le dijeron no a Liberación Nacional? , ¿qué tiene que hacer el partido para revertirlo?
Ese es el mensaje que se nos ha enviado en en dos ocasiones consecutivas. Hay que tener la humildad de aceptar las cosas que no se están haciendo bien. Puede ser que la intención sea hacerlas bien, pero la intención no basta
Debemos decidir sobre cambios estructurales, sobre la forma en que estamos haciendo política interna, en cómo nos estamos eligiendo. Me parece que esa política está obsoleta, desactualizada, debemos de modernizarnos un poco más. Creo que la forma en que llegamos a nuestros procesos internos son desgarradores y nos ha venido desgastando, nos genera muchas divisiones.
Dos, me parece que también hay que tomar decisiones sobre cuál es nuestro pensamiento y luchas, hay que decirlo sin miedo. Debemos dejar de ser tibios sobre ciertos temas. ¿Cuál es nuestro principio socialdemócrata por el que vamos a salir a luchar? Y a veces, la lucha puede que no sea popular, o electoralmente atractiva, pero si eso es lo que nos define, hay que decirlo sin miedo.
¿Eso fue lo que pasó en esta campaña?
Me parece que es lo que nos ha pasado no solo en esta campaña, sino en otras. Creo que cualquier candidato, por más bueno que sea -y tenemos a los mejores y a los mejores equipos- no es suficiente. Creo que no tenemos un criterio claro como partido, entonces hay varios sectores dando vueltas, pero es una responsabilidad nuestra definirlo.
"No hemos hecho un congreso ideológico o una definición ideológica sincera sobre temas de derechos humanos, sobre infraestructura, sobre pobreza, sobre economía, sobre socialdemocracia en el siglo XXI. Y eso es lo que debería definirnos, no las posiciones de quién por acá y quién por allá. Es muy difícil salir afuera con una definición como grupo, entonces salimos con definiciones como personas o por agrupaciones, y eso es complicado".
Existe la percepción de que uno de estos temas tibios que menciona es el de derechos humanos. ¿Qué opina?
Claro, derechos humanos es un tema en el que hay que tomar posiciones sin miedo. Pero debe de ser de partido. Igualmente, sobre el aborto, ¿cuál va a ser nuestra posición? ¿Cuál va a ser la posición con la paridad, para el proyecto 19.010? ¿Vamos a votarlo o no vamos a estar de acuerdo? ¿Vamos a estar de acuerdo con que las mujeres participen en igualdad de condiciones, sí o no? Si es sí entonces tenemos que ir a la Asamblea Legislativa a dar la lucha y dar los votos. ¿Qué vamos a hacer sobre los derechos de las personas LGBTI? ¿Cuál es nuestra posición?
"A veces, el tema pasa, pasa y no tomamos posición, y a cualquier candidato le es complicado si está en Liberación Nacional, porque hay un grupo que piensa de una forma y hay un grupo que piensa de otra.
"Nosotros nos hemos caracterizado por tener muy claras las definiciones. Pero en este momento, veo contradicciones. Eso no es responsabilidad de una persona, no es responsabilidad de una campaña. Es responsabilidad de una cultura partidaria que debe participar en tomar una posición, pero que debe ser una posición que esté clarísima en papel, pero que sobre todo en las acciones".
Don Jorge Pattoni habla de que es necesario renovar estructuras y darle un lugar más importante a las personas jóvenes. ¿Usted cree que eso ha sido difícil, ha habido algún tipo de resistencia al respecto? ¿cómo cree que debería propiciarse?
Es muy complicado. Yo empecé muy joven en el PLNA, y me he abierto el espacio con gran dificultad. La primera barrera es la forma en que se puede participar dentro del partido. Está obsoleta. En algún momento pudo funcionar, pero ahora eso es parte del retroceso. Es difícil que quien desea participar en Liberación lo pueda hacer. Y no hablo de edades, hablo de nuevas personas. O de personas que ahí están y quisieran tener otro protagonismo. Hay una resistencia al cambio, sin duda, generalizada.
"La mayoría dice que hay que hacer los cambios, pero, en la realidad, absolutamente nada se está haciendo. Por eso digo que hay que pasar de la intención a las acciones. Y no son acciones de pleito, no son acciones de controversia, no son acciones contra nadie, son acciones para velar porque la estructura partidaria comience a asumir los retos de generar mejores ideas, con los mejores equipos y con la intención de lograrlo por un objetivo país".