José María Figueres, candidato presidencial del PLN, propuso que el impuesto a las casas de lujo se cobre solo a viviendas valoradas en más de ¢320 millones, en vez de los ¢137 millones actuales o de los ¢175 millones que propone el gobierno de Carlos Alvarado.
Además, abogó por una tasa progresiva, aunque no precisó los porcentajes. Actualmente, la tarifa oscila entre el 0,25% y el 0,55% anual del valor de la propiedad. El Poder Ejecutivo propone que la futura tasa empiece en un 0,5% y que aumente conforme más alto sea el valor del bien.
El candidato liberacionista lanzó la idea este miércoles, luego de reunirse con los diputados electos de su partido. En la conferencia de prensa, resaltó la importancia de cumplir con el acuerdo del Fondo Monetario Internacional (FMI), del cual es parte la reforma al impuesto a casas de lujo, aunque al mismo tiempo dijo que se oponía a aprobar nuevos tributos.
“Con respecto a casas de lujo, lo que no queremos son impuestos sobre casas que afecten a la clase media de este país y yo, personalmente, he dicho que estoy de acuerdo con un impuesto a casas de lujo que sea mucho más progresivo a partir de una valoración de $500.000 (unos ¢320 millones) para que, entonces, no se graven las casas de clase media, incluyendo clase media alta, pero sí se graven casas de valor superior a los $500.000″, planteó el candidato.
El planteamiento del político verdiblanco implicaría que dejen de pagar este tributo cerca de dos terceras partes de los contribuyentes actuales.
En este impuesto, primero se entra a valorar el valor de la construcción de la casa. Si esta alcanza el monto base, se agrega el costo del terreno para cobrar el impuesto sobre el total de la propiedad.
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Al resaltar la necesidad de que el país cumpla con la agenda de proyectos negociados con el FMI, Figueres señaló que el próximo Gobierno afrontará fuertes vencimientos de deuda. “Eso nunca lo habíamos tenido y necesitamos, por tanto, tener acceso a los mercados internacionales de capitales. Para eso es que nos sirve lo que es un acuerdo marco con el Fondo Monetario Internacional”, expuso.
En ese sentido, planteó como prioritarios la aprobación del impuesto a las casas de lujo con ajustes y la reforma al empleo público.
“Hemos dicho que estamos de acuerdo con empleo público, ¿por qué? Primero que todo no es retroactivo, no afecta los intereses de ningún trabajador del Estado. Segundo, porque a partir de su firma (como ley), tenemos un año para renegociar cosas que se le puede mejorar y, ciertamente, hay cosas que se les puede mejorar”, dijo Figueres.
Figueres dejó claro que, en un eventual gobierno suyo, se opondría a nuevos impuestos. “Sí vamos con un gobierno amigable con las personas y con el sector de la producción nacional, porque un país que no produce es un país que reparte pobreza”, sentenció.
El acuerdo negociado por el actual gobierno con el FMI tiene iniciativas de ley que reforman tributos. Estos son el cambio hacia una renta global dual, casas de lujo, reducción de beneficios fiscales y el impuesto a premios de lotería.
Sobre los tiempos para cumplir con el acuerdo con el FMI, Figueres dijo: “Son los tiempos del Congreso. El que tiene la responsabilidad de esos tiempos es el Gobierno. Para eso lo elegimos, para que sea responsable, para que, si se compromete a hacer una cosa, la hagan, la cumpla.
“Nosotros seremos gobierno a partir del 8 de mayo y asumiremos las responsabilidades que nos competen, pero las asumiremos con la experiencia, con la capacidad y con los equipos de trabajo para sacar a este país de esta en la que estamos”, adujo.
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José María Figueres se mostró de acuerdo con que el país cumpla con la agenda pactada con el FMI, sin referirse a plazos. A la izquierda, su jefa de campaña, Alicia Fournier. Foto: (Rafael Pacheco Granados)