Welmer Ramos, diputado del PAC, propuso recalcular una metodología presentada por la Sugef con la finalidad de fijar en un 35% la tasa máxima de interés que se podría cobrar por los préstamos de dinero.
El recálculo elaborado por Ramos bajaría en diez puntos porcentuales el límite que sugirió el mecanismo elaborado por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
La metodología de la Sugef planteaba que un interés superior a un 45% sería considerado como delito de usura.
El legislador del Partido Acción Ciudadana (PAC) hizo su nuevo planteamiento esta tarde durante un receso de la comisión legislativa de Asuntos Hacendarios, donde se discute establecer un tope a las tasas de interés de los créditos para regular la tasa de usura.
Para bajar el techo, Ramos recalculó el porcentaje de pérdida esperada de las entidades prestadoras de dinero, el cual es una de las variables que toma en cuenta la Superintendencia en su fórmula.
El diputado bajó el porcentaje de pérdida esperado de los créditos de un 25% a un 17%. Con ese cambio, el tope del 45% bajaría al 37%.
Luego, el legislador sugirió, en un borrador de moción de fondo, fijar la tasa al multiplicar 2,8 veces la tasa activa promedio activa de los últimos seis meses fijada por el Banco Central, la cual, afirmó, actualmente es del 12,75%. Eso significa que la tasa sería del 35.7%.
El multiplicador de 2,8 es un parámetro que Ramos creó para acercar el resultado final al 37% que implicó haber motificado el cálculo de la Superintendencia.
“Hoy lo que hicimos, nada más, fue tomar la metodología de Sugef con la misma cifra de los percentiles que ellos dan y los hemos ubicado, no en el punto extremo donde hay mayor riesgo y mayor ineficiencia, y los movimos exactamente a un nivel del percentil 92. Entonces, vemos que las tasas bajan sensiblemente y que podría ser cercana al 35%”, afirmó el legislador.
El percentil es una medida estadística. En el caso de Sugef, esta entidad usó el percentil 95 para definir el nivel de riesgo de las entidades financieras en su fórmula.
Eso implica que el 95% de las carteras analizadas por Sugef tiene una pérdida esperada inferior al 25%.
El restante 5% de esas carteras presentan niveles de pérdida esperada del 25%. Estas se ubican en las áreas de consumo y tarjetas.
Este último fue el parámetro usado por Sugef para integrarlo a la fórmula que, además, contiene un margen de utilidad de los bancos, liquidez, costo financieros y gastos administrativos.
Uno de los objetivos de usar este parámetro es evitar exclusión financiera, según ha explicado la Superintendencia.
En tanto, para bajar el riesgo, Ramos usó el percentil 92. Es decir, excluyó al 92% de las carteras de menor riesgo y usó el restante 8% que promedian una pérdida esperada del 17% y no del 25%.
“Los percentiles lo que nos dicen qué tanto por ciento tienen una pérdida esperada. Por ejemplo, hoy en día vemos que de los préstamos que dan los entes financieros, el 90% tiene una pérdida esperada de menos del 14%. Sin embargo, la Sugef nos pone por encima del 25%”, expuso el dipitado.
También, propone fijar una tasa diferenciada para microcrédito, la cual se definiría al multiplicar 3,6 veces la tasa activa promedio de los últimos seis meses, lo que da 45,9%.
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Lluvia de críticas
La intención del legislador del PAC molestó a los diputados que cuestionan establecer una tasa baja que pueda generar exclusión financiera de sectores vulnerables, al imponerse ese techo a los intereses.
“Pienso que la propuesta carece de un sustento técnico a la hora de definir el número multiplicador de la tasa activa y, también, no tiene un sustento técnico al definir el monto económico máximo que se utilizaría para clasificar a los microcréditos".
"Además, siento que intentó defender su propuesta de una tasa de usura del 35%, manipulando los datos del modelo económico que nos presentó la Sugef”, cuestionó Otto Roberto Vargas, del Partido Republicano Social Cristiano (PRSC).
Por su parte, Jonathan Prendas, del bloque Nueva República, calificó el planteamiento de Ramos como “excesivamente manipulado”.
“Es una propuesta arbitraramente manipulada, sesgada, subjetiva, acomodada. Me parece que, con tal de alcanzar los porcentajes que desde el principio ha estado diciendo, hará todo lo necesario para poder llegar a ellos”, expuso el legislador fabricista.
Prendas afirmó que, con esas tasas sugeridas por el diputado del PAC, quedarían excluidas alrededor de 400.000 personas que hoy usan tarjetas de créditos a mayores tasas debidos a sus niveles de riesgos.
“Los bancos no se va a aventurar a darles créditos a esta población si se sabe de previo su nivel de riesgo y habrá un efecto para el desempleo. Al querer proteger a la gente de mayores intereses, simplemente los está dejando por fuera”, añadió Prendas.
María Inés Solís, diputada socialcristiana, opinó en la misma línea.
“Se desliga de la recomendación de Sugef al dejar de usar el percentil 95 y empieza a trazar un percentil 92 que yo no entiendo de donde viene, no tiene un criterio técnico, simplemente para poder llegar a la tasa que a él le parece adecuada”, cuestionó Solís.
A pesar de las críticas recibidas, Ramos asevera que ha avanzado al hacer el planteamiento. La idea sigue siendo, según el legislador, buscar un consenso con el resto de sus colegas en comisión.
Gustavo Viales, legislador de Liberación Nacional (PLN), también considera un avance los cambios planteados por su colega del PAC.
“Lo que indica don Welmer es que se pueden hacer ajustes de datos sin llegar al extremo máximo que, al final, premia la ineficiencia en el tema de gastos administrativos de las entidades”, expuso el verdiblanco.