El Partido Progreso Social Democrático (PPSD), que llevó al poder al mandatario Rodrigo Chaves, vive una crisis política por la decisión de nueve de los diez legisladores de gobierno de apoyar a otra agrupación política para las elecciones municipales de febrero del 2024, pero sin renunciar a ser parte de la fracción oficialista del PPSD.
Este lunes, la presidenta partidaria, la diputada Luz Mary Alpízar Loaiza, alzó la voz contra sus compañeros, luego de que el sábado 5 de agosto, los nueve dieran su respaldo al Partido Aquí Costa Rica Manda (ACRM), presidido desde mayo por Federico Cruz Saravanja, asesor del mandatario Rodrigo Chaves Robles.
Se trata de la jefa de fracción oficialista, Pilar Cisneros, Waldo Agüero, Manuel Morales, María Marta Padilla, Jorge Rojas, Paola Nájera, Ada Acuña, Daniel Vargas y Alexánder Barrantes.
En primer lugar, afirmó Alpízar, esos diputados le están dando la espalda a los integrantes de las bases que trabajaron para que ellos llegaran a la Asamblea Legislativa en los comicios del 2022. Alpízar se refiere a militantes que ahora están en las papeletas del PPSD para las municipales.
“Porque la gente que hoy va al frente, en nuestras papeletas, no es cualquier gente, es la gente que trabajó en campaña. Le están diciendo ‘no’ a la gente que trabajó para que ellos mismos llegaran aquí. Esas son las contradicciones por las que nosotros queremos hacer las consultas debidas”, indicó.
En segundo lugar, la legisladora cuestionó que sus nueve compañeros le comunicaron la decisión de mantenerse en la fracción del PPSD, a pesar de que, el sábado, anunciaron que apoyarán al partido ACRM, del asesor presidencial.
“Se pone hasta en riesgo el hecho de una buena relación entre el Ejecutivo y la Asamblea Legislativa; es decir, somos la fracción de Progreso Social Democrático, somos la fracción oficialista”, añadió.
Adicionalmente, Alpízar dijo que hará consultas al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), porque considera inadecuado que políticos trabajen para otro partido político electoralmente, pero permanezcan en la fracción del partido que los eligió.
“Tiene que haber congruencia y cumplimiento de la palabra. Así salimos al público; tiene que haber definición para el electorado.
“Pero ellos toman esta decisión de salir en una conferencia de prensa, a darle el apoyo a otro partido y no me lo dijeron. Hoy yo les dije que, por transparencia, pudieron habérmelo dicho como una buena cortesía entre compañeros de fracción”, añadió.
Posible pérdida de privilegios
Por su parte, Pilar Cisneros Gallo, quien se mantiene como la jefa de fracción del PPSD, reiteró su negativa y la del resto de sus compañeros a renunciar a la bancada de Progreso.
“Seguimos siendo la fracción oficialista. Entramos aquí como la fracción oficialista y saldremos de aquí como la fracción oficialista. Ese fue nuestro compromiso. El no independizarse es respetar la voluntad de la gente que nos trajo aquí”, agregó.
Los diputados de fracción y los independientes tienen condiciones distintas, al amparo de la normativa interna del Congreso.
Por ejemplo, si se declaran independientes, perderían la figura de una jefatura de fracción, por lo que no pueden participar en las reuniones semanales que estos voceros tienen y en las que se define la agenda de proyectos que se discute durante las sesiones del plenario.
Asimismo, al no constituir una bancada, no podrían contar con asesores de fracción, por lo que se reduce la cantidad de personal de apoyo asignado a los despachos y la posibilidad de contar con ciertas plazas.
También, afrontarían limitaciones en términos de los espacios físicos que se les asignan, como la oficina para la jefatura, que es un espacio adicional a los despachos que tiene cada congresista y en el que se reúnen, como grupo, cada semana.
De ser independientes, tampoco podrían solicitar recesos en el plenario, ni utilizar la palabra el 1.º de mayo, en la sesión solemne en que cada jefe de fracción anuncia sus intereses para el año que comienza.
Sin embargo, Cisneros rechazó que estos elementos pesen en la decisión de mantenerse como diputaciones de la fracción del PPSD: “Yo tengo dos asesores y yo tendría dos asesores (de renunciar), cero estrés”, alegó.
Cruce de acusaciones
De acuerdo con Cisneros, la ruptura con Alpízar se debe a que esta última se hizo a un lado de los compromisos con el Gobierno y la acusó de incumplir las promesas hechas al presidente, Rodrigo Chaves, de permitir que PPSD se convirtiera en una plataforma para llevar adelante el programa de la actual administración.
“Es una negociación que hizo don Rodrigo Chaves con doña Luz Mary. Él necesitaba un partido político para exponer sus ideas; Luz Mary aceptó. ¿Cuál fue el problema? Que cuando ya llegamos a ser gobierno, ella no respetó los acuerdos. ¿Cuáles son los acuerdos? Vamos a respetar la agenda que le hemos prometido a la gente”, adujo Cisneros.
Alpízar rechazó estas acusaciones. Aseguró que ha respaldado “la mayoría” de proyectos de la actual administración y agregó que Cisneros y otras compañeras de la fracción le habían señalado que no estaban interesadas en participar en actividades partidarias y preparatorias para las elecciones municipales de febrero de 2024.
“Doña Pilar, en su momento, me lo dijo, que no la invitara más a nada partidario, porque ella no estaba dispuesta a participar con partidos políticos y ella quería dedicarse solo a gobierno y al proyecto país de estos cuatro años. Hoy se lo recordé. Pilar me dijo a mí, me lo dijo doña Ada Acuña y me lo dijo también en su momento María Marta Padilla, que no les interesaba”, manifestó.
Pugna por el chavismo
En total, tres partidos políticos reclaman la representación del chavismo para las elecciones municipales de 2024.
Además del PPSD, también está el Partido Pueblo Soberano (PPSO), liderado por Mayuli Ortega, funcionaria de Casa Presidencial, quien afirma representar el auténtico “rodriguismo”.
La semana pasada, Pueblo Soberano quedó habilitado para participar en las elecciones municipales previstas para el domingo 4 de febrero, aunque tiene temas por resolver en cuanto a las candidaturas. Con respecto a este partido, Cisneros ha dicho: “Es un partido que no me gusta, ni como han armado las estructuras ni la gente que está metida ahí”.
En cuanto a ACRM, esta última agrupación se fundó en 2017, como Fuerza Nacional, y postuló a la presidencia de la República al periodista Greivin Moya en el 2022, pero desde mayo pasado sus líderes gestionaron el cambio de nombre ante el TSE.
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Reacciones de otros partidos
Óscar Izquierdo, jefe de fracción de Liberación Nacional (PLN), dijo que le preocupa lo que ocurre en la fracción oficialista porque deja una “enorme tela de duda y confusión en la transparencia” necesaria para el entendimiento político.
“Yo no puedo entender cómo dicen que hay que apoyar a un partido político mientras están en otro. Eso es una inconsecuencia y eso es no ser transparente. Si no les parece el partido en el que están, que se salgan; tienen el derecho de hacerlo, pero que lo hagan sin mentir a los costarricenses”, afirmó Izquierdo.
Eliécer Feinzaig, del Liberal Progresista (PLP), dijo que en su criterio la fracción interlocutora del gobierno es la liderada por Pilar Cisneros y, desde hace mucho, está claro que es de nueve diputados, no de diez.
Para el 4 de febrero la ciudadanía está convocada para elegir un total de 6.212 cargos municipales, que se dividen en alcaldías, vicealcaldías, regidurías, sindicaturas, concejalías de distrito, intendencias, viceintendencias y concejalías municipales de distrito.