Poca claridad, falta de información y contradicciones son parte de las deficiencias contenidas en los estados financieros del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), de acuerdo con un informe elaborado por la Contraloría General de la República.
Como muestra de dichos problemas, el ente contralor revela que una partida de ¢3.799 millones que debió ser depositada en la cuenta de “deudas a corto plazo” para el 2023 terminó registrada en la de “otros ingresos y resultados positivos”.
Dicho monto corresponde al 80% de las utilidades generadas por las ventas en las tiendas libres de impuestos que el IMAS administra en los puertos, fronteras y terminales aéreas.
Una nota en los estados financieros del Instituto indica que la cuenta “otros ingresos y resultados positivos” subió de ¢75 millones a ¢3.847 millones en el último año, debido a un aumento por los intereses ganados y la recuperación de servicios de transporte.
No obstante, el registro de la administración reveló que la verdadera razón de la variación fue la transferencia de los ¢3.799 millones de las utilidades generadas por las ventas en las tiendas libres.
En términos generales, la Contraloría indica que el 56% de las notas de los estados financieros del Instituto, con corte a junio 2023, tienen “información insuficiente y poco clara” para comprender la naturaleza de la cuenta o las variaciones en las partidas.
“No se detalla con claridad el origen de los saldos registrados en las partidas, o bien, no se explica algún método de valuación, o medición posterior”, señala el informe DFOE-BIS-IAD-00012-2023.
Otro tema de preocupación para la Contraloría es la ausencia de información sobre los estados de cuenta y de notas que justifiquen variaciones significativas con respecto al año anterior.
Por ejemplo, en el caso de la cuenta “ingresos contribuciones sociales diversas”, los estados consignan un aumento de ¢22.924 millones en junio 2022 a ¢25.284 millones en junio 2023, pero no hay información suficiente para entender el origen de los recursos.
Lo mismo ocurre en cuentas de gasto, como la de “resultados negativos por ventas e intercambio de bienes” que subió de ¢120 millones a ¢20.770 millones, entre junio de 2022 y junio de 2023, sin que se indique la causa de la variación.
Al respecto, la Contraloría concluye que estas falencias ocurren porque la administración del IMAS no ha priorizado la revisión de las revelaciones incorporadas en las notas a los estados financieros.
En lo que respecta a medición y reconocimiento de transacciones, la investigación halló que el Instituto no ha realizado un análisis para identificar las partidas en moneda extranjera contenidas en los estados financieros y definir su tratamiento.
Por otra parte, el informe alertó sobre omisiones de información sobre efectivo, cuentas por cobrar y por pagar y deudas a corto plazo.
La auditoría consideró que el proceso contable efectuado por ese Instituto no analiza ni valora algunos aspectos relevantes requeridos por la Dirección General de Contabilidad Nacional (DGCN) y las Normas internacionales de Contabilidad para el Sector Público (NICSP).
La Nación solicitó al IMAS referirse al informe de la Contraloría, pero no se recibió respuesta.