Ocho organizaciones de mujeres pidieron a los diputados archivar el proyecto de ley sobre jornadas laborales 4-3 al citar aspectos que consideran perjudiciales de esta propuesta legal.
Se trata de los grupos a los que los congresistas acordaron consultar el expediente 21.182, mediante una moción aprobada en el plenario, el 29 de mayo pasado.
Las organizaciones que piden archivar la iniciativa legal son el Foro de Mujeres del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu); Mujeres Políticas de Costa Rica; Agenda Cedaw y Alianza de Mujeres Costarricenses; Mujeres en Acción; la Confederación Costarricense de Trabajadoras Democráticas; Mujeres por Costa Rica; la Red Feminista contra la Violencia hacia las Mujeres y la Secretaría de la Mujer de la Confederación Nacional de Asociaciones de Desarrollo (Conadeco).
Entre los problemas enumerados por estas organizaciones, están las responsabilidades de cuido que tienen muchas mujeres, así como la situación que afrontan muchas como jefas de hogar.
En tanto, el Partido Nueva República (PNR) y el gobernante Progreso Social Democrático (PPSD) rechazaron los argumentos de los grupos y sostienen que el esquema laboral sí beneficiará a las mujeres.
Las jornadas laborales 4-3 consisten en un esquema laboral en el que los empleados trabajan cuatro días por semana y descansan tres si su horario es diurno, mientras que trabajan tres y descansan cuatro si el horario es nocturno. En ambos casos, las jornadas son de 12 horas.
LEA MÁS: ¿En qué consisten las jornadas laborales 4-3?
Argumentos de los grupos
Ana Cecilia Hernández, presidenta de la Alianza de Mujeres Costarricenses, cuestionó la suma de 14 horas o más que pasarían fuera de sus hogares las trabajadoras, y el impacto en su salud.
“Limitaciones en las relaciones familiares, el cuido de personas menores y mayores dependientes, cansancio, agotamiento, aumento de embarazos no planeados”, fueron varios de los puntos cuestionados por Hernández el miércoles.
Ella también señaló la debilidad de la Dirección de Inspección de Trabajo para contrarrestar eventuales abusos hacia asalariados.
“La falta de políticas de empleabilidad ha generado que 114.000 mujeres hayan desistido de trabajar y hayan salido de la fuerza laboral. De aprobarse esta ley, más mujeres se verán excluidas”, dijo Ana Cecilia Hernández.
Marlene Mora, del colectivo Mujeres Políticas, aseguró que el proyecto es un retroceso en el logro de las jornadas laborales de ocho horas y cree que habría violaciones a la Constitución Política, entre ellos los artículos 50, 51 y 71.
El primer artículo dice que el Estado procurará el mayor bienestar de todos los habitantes del país, el adecuado reparto de la riqueza y el derecho a un ambiente sano.
El 51 habla de la protección estatal a la familia, mientras que el 71 se refiere a la protección especial del Estado a la madre y los menores.
“¿Qué tan afectada se vería la niñez cuando sus madres estén 14 horas fuera?”, criticó.
Por su parte, Flora Calvo, del Foro de Mujeres del Inamu, aseveró que el proyecto carece de una visión humanista.
“¿Por qué la insistencia en la reforma, parece indicar que es un costo directo por mano de obra? Las empresas e industrias ya laboran 24 horas, antes del boom de las zonas francas, porque es muy caro para las empresas apagar máquinas.
“Ya hay tres jornadas, con tarifa diferenciada: diurna, nocturna o mixta, y ahí está el meollo. Estas jornadas extenuantes de 12 horas llevarán a accidentes laborales y mayor incidencia del error humano”, alegó Calvo.
La vocera del Foro se preguntó por qué si en países de Europa y América Latina se han disminuido las jornadas laborales y las estadísticas demuestran mayor eficiencia en los trabajadores, Costa Rica quiere actuar al contrario.
La Red Feminista de Mujeres contra la Violencia hacia las Mujeres expresó que habrá mujeres afectadas por no acceder al empleo, si no tienen quién cuide a las personas en sus familias y eso profundizará la dependencia económica de las mujeres hacia sus parejas.
Fabricio Alvarado y Pilar Cisneros rechazan argumentos
El diputado Fabricio Alvarado criticó los criterios en contra de dichos grupos, y alegó que no todas las mujeres están en contra.
Alvarado anunció públicamente que apoyan la iniciativa del Gobierno y puso como ejemplo la declaración que dio la diputada Rosalía Brown, también de Nueva República.
La legisladora manifestó, en una intervención en el plenario, el jueves pasado, que ella había trabajado en esa modalidad laboral y que le había permitido sacar adelante a su familia.
Pilar Cisneros, jefa del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), calificó el pronunciamiento de las organizaciones de mujeres como “manipulación” y adujo que las mujeres van a tener “excelentes oportunidades laborales”.
Alegó que las jornadas 4-3 serán una excepción, “como lo dice la ley”.
“Es una manipulación increíble que digan que a las mujeres no les va a servir, cuando hoy casi la mitad de los trabajadores que trabajan ocho horas regulares y cuatro horas extra son mujeres. Esas empresas dan oportunidad a mujeres jóvenes sin experiencia y las entrenan”, explicó.
Cisneros declaró que ahí está el testimonio de la diputada Brown, “que dijo claramente que, si no hubiera sido por estas empresas, que pagan muy buenos salarios, nunca habría tenido oportunidad de criar a sus tres hijos, superarse y ser la persona que es hoy. Esos son los testimonios que sirven”.